Colonias Espirituales

Por Thiago S. Argolo e Riviane Damásio

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Desde la llegada del Espiritismo en Brasil desde hace décadas, se ha estado acumulando alarmantes libros y libros de espíritu y los espíritus que están en el estante del espiritismo. Sin embargo, sólo un lector más cuidadoso frente a los contenidos básicos del Espiritismo, Libro de los Espíritus ", que verá el choque de conceptos, claramente articulados entre sí. En el punto álgido de la confrontación ideológica de los conceptos da el nombre de "Colonias Espirituales".

Los incautos pueden entonces afirmar que tanto en una como en otra obra son transcritas palabras de espíritus y nada hay para validar o invalidar las informaciones. Con todo, el curioso y atento lector que pretenda dominarse espirita, no ha de haber pasado desapercibido en el Inicio del Evangelio Según el espiritismo – otra obra considerada básica en el cerne doctrinario espirita – la referencia al Control Universal de la Enseñanza de los Espíritus (CUEE). Tenemos allí, revelados en un lenguaje relativamente simple e inteligible, el camino de piedras para la validación de una obra espirita, inclusive y principalmente, el camino de confrontación de la propia Doctrina Espirita, que no “cayó del cielo” simplemente, como acontece con tanta literatura en el medio.

El CUEE muestra la preocupación de los Espíritus acatada por Kardec en todo su trabajo, del uso de metodología, razón y buen sentido. El cuidado en aceptar cualquier cosa que venga de un médium o de un espíritu está reflejado en la alerta del CUEE y también en toda la obra del Libro de los Mediums.

Nos encontramos con dos tipos de errores: la pereza de comparar por el método aquello que supuestamente es revelado como nuevo y el desdén con el rico contenido doctrinario que, a pesar de no estar fechado, aun es joven y una fuente preciosa de estudios y revelaciones. Y no raras veces, la doctrina es rechazada por la practica espirita vigente, virando a un mero objeto de ilustración, inspirando por ahí, sus supuestos “hijos” o afiliados, más que no trazan en sus obras, observaciones y practicas doctrinarias – el fruto que comprobaría su DNA, si es que así se puede decir.

A lo más, tenemos todavía en la referencia al Control Universal de las Enseñanzas Espiritas, el alerta tan especialmente registrado:

Los Espíritus Superiores proceden, en sus revelaciones, con extrema prudencia. Solo abordan grandes cuestiones de la doctrina de manera gradual, a medida que la inteligencia se torna apta para comprender las verdades de un orden más elevado, y que las circunstancias sean propicias para la emisiónd e una idea nueva. Es porque, desde el comienzo, ellos no lo dijeron todo, y ni lo han dicho hasta ahora, no cediendo jamás a la impaciencia de las personas muy aceleradas, que desean coger los frutos antes de madurar. Seria, pues, inútil. Querer anticipar el tiempo marcado por la Providencia para cada cosa, porque entonces los Espíritus verdaderamente serios rehúsan a ayudar. Los Espíritus Livianos, sin embargo, poco se incomodan con la verdad, a todo responden. Es por esa razón que, sobre todas las cuestiones prematuras, hay siempre respuestas contradictorias.

¿Cómo es la vida después de la muerte? Sería la pregunta clave que culmina con tanta controversia entre los diversos espiritas.

Defensores del relato de los Espírituds Superiores, laboratorio de estudios psíquicos de Kardec, y otras obras más ligadas al Espiritismo serio encuentran gracioso los mitos que impregnan las creencias: umbrales, colonias, hospicios, hospitales, verdaderos elefantes blancos espirituales, que, en suma, si existiesen, no justificarían la encarnación, pues siendo una copia del mundo terrestre, seria innecesario a los espíritus de este mundo encarnar para su evolución.

El choque materialista traba la batalla entre la razón y emoción por evitar concebir un mundo espiritual sin los accesorios terrenos.

En la instrucción de los Espíritus de la Codificación concluimos, después de la lectura atenta, que la Tierra no es una copia del plano espiritual, siendo este el principal, y el material, secundario, que podría hasta aun mismo no existir.

El mundo espiritual es fruto de nuestras necesidades materiales y orgánicas en cuanto a espíritus encarnados, innecesario, es por tanto, al espíritu desencarnado, cuyo foco es su progreso intelectual y moral.

El ambiente terrestre también puede ser concebido como el laboratorio donde iremos a colocar en acción vivencial nuestros avances. Si en la erraticidad tuviésemos una copia de la tierra, encarnar seria superfluo e innecesario. No habría motivo para encarnar, si el mundo espiritual presenta las mismas condiciones materiales para evolucionar.

En cierta literatura que se denomina espirita leemos:

El Umbral – continua, solicito – comienza en la costra terrestre – es la zona oscura de cuantos en el mundo no se resolvieron atravesar las puertas de los deberes sagrados, con el fin de cumplirlos, demorándose en el valle de los indecisos o en el pantano de los numerosos errores [...] El Umbral funciona, por tanto, como región destinada al agotamiento de residuos mentales; una especie de zona purgatorial, donde se quema, las prestaciones, el material deteriorado de las ilusiones que la criatura adquiridos por la criatura atacada. Menospreciando el sublime deseo de una existencia terrena.

Entra entonces el concepto de existir. ¿Será la existencia “real/ material” o “psíquica?

Según el Libro de los Mediums, en los reductos espirituales no hay existencia concreta, son de corta duración, transitorias, fluídicas… El libro de los Espíritus afirma que no existe purgatorio y ni local destinado a las penas o sufrimientos, más si aglomeraciones por afinidades de Espíritus aun apegados a la materia. Necesidades materiales apenas a las contempladas en los mundo materiales y no en un contexto espiritual.

Los espíritus en la erraticidad se encuentran en una dimensión invisible a nuestra mirada racional, más técnicamente pueden estar aquí a nuestro lado, aun apegados a nuestros impulsos primarios y muy distantes, si están avanzados en su evolución.

Nos cabe entender principalmente que el camino evolutivo es largo y penoso, no solo para los que están desligados del cuerpo terrestre, que caminan para el fin destinado a todos los espíritus – el de la purificación – sino también a los que se encuentran en este intervalo encarnatorio, en luchas quijotescas contra las páginas de Kardec y de los espíritus de la Codificación que tan bien ilustran nuestras dudas y ansias del porvenir. Dudas borrosas para nuestros ojos que se rehúsan a ver y por nuestro orgullo se rehúsa a entender.

REFERÊNCIAS

KARDEC, Allan, O Livro dos Espíritos – 1857. Tradução Ed. Lake, 1995, Herculano Pires

KARDEC, Allan, O Evangelho segundo o Espiritismo - 1863, Tradução Ed. Lake, 2003, Herculano Pires

XAVIER, Chico , Nosso Lar - Ed. Feb, 1944 - 45ª edição