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quarta-feira, 21 de março de 2012

Doctrina Espirita Y Racismo


Por Sergio Aleixo 

Una causa con ciertos tipos de amigos no precisaría enemigos. Reducir el nivel de  oportunidades del Espiritismo  a su aspecto moral es mal conocerlo. A eso bien respondió  Kardec en su artículo Lo que Enseña el Espiritismo, en el cual prueba que,  fuera de la enseñanza puramente moral, los resultados  del Espiritismo  no son tan estériles como pretenden algunos. [1]  El maestro les es, por eso, incomodo permanente, razón por la cual siempre buscan levantarle flaquezas, con el fin de hacer minar el poder que su obra, y solo ella, tiene de conferir al Espiritismo  unidad consistente, apartándolo de las propuestas en que vale casi todo si en nombre del “amor”, el pretendido error livianamente explorado es supuesto racismo de Kardec, más como podría ser propiamente un racista alguien que escribió, por ejemplo esto:

[…] El Espiritismo, restituyendo al espíritu su verdadero papel en la creación, constatando la superioridad de la inteligencia sobre la materia, hace que desaparezcan, naturalmente,   todas las distinciones establecidas entre los hombres, conforme las ventajas corporales y mundanas, sobre las cuales solo el orgulloso fundo las castas y los estúpidos preconceptos del color.  
[2] […] del estudio de los seres espirituales resalta la prueba de que esos seres sonde naturaleza y de origen  idénticos, que su destino es el mismo, que todos parten desde el mismo punto de origen  y tienden al mismo objetivo; que la vida corporal no pasa de un incidente , de una de las fases del espíritu, necesaria para su adelantamiento intelectual y moral; que en vista de ese avance el espíritu puede sucesivamente revestir diversos envoltorios, nacer en posiciones diferentes, se llega a la consecuencia capital de la igualdad de la naturaleza y, a partir de ahí, a la igualdad de los derechos sociales de todas las criaturas humanas  a la abolición de los privilegios de razas. Es lo que enseña el Espiritismo. [3] 
Sin embargo, se debe considerar que, en el siglo 19, el concepto de raza tenía status de ciencia, siendo llamada blanca, o caucásea, tenida y habida por superior. Naturalistas y hasta abolicionistas pensaban así. El más polémico de todos los escritos apuntados por los detractores de Kardec que incluso de público, el o que decía a cierta altura:
El negro puede ser bello para el negro, como un gato es bello para un gato; más no es bello en el sentido absoluto, porque sus trazos groseros, sus  labios espesos acusan la materialidad de los instintos; pueden exprimir  las pasiones violentas, más no pueden prestarse a evidenciar los delicados matices del sentimiento, ni las modulaciones de un espíritu fino. [4] 
No en tanto, se omite el parágrafo siguiente, en el que la pretendida condición superior de aquella generación fue duramente relativizada por el maestro espirita, dando prueba de que se trataba, en el,  no de preconcepto o discriminación, más si de una inferencia impregnada de la opinión científica de aquel momento, típicamente euro céntrico:
De ahí podremos, sin fatuidad, quiso, decirnos más bellos de lo que los negros  y los hotentotes. Más, también puede ser que, para las generaciones futuras, mejoradas, seamos lo que son los hotentotes con relación a nosotros. y quien sabe si, cuando encuentren nuestros fósiles , ellos no lo  tomaran por los de alguna especie de animales. [5] 
Argumenta un hermano en el Espiritismo que el error fue  el de Kardec haber usado un ejemplo contemporáneo. Si escribiese “hombre neandertal” en vez de “negros y hotentotes” nada se diría. Concuerdo. ¿O será que el trabajo de los espíritus no mejora los instrumentos de que se sirven a lo largo de los milenios?  Eso, claro, no tiene valor puntual. Una persona “fea” no es dueña, a priori, de un espíritu involucionado, ni una persona “bonita” es la encarnación de un espíritu necesariamente avanzado. Kardec defendía, ante de todo, que la evolución de los espíritus opera la evolución de los cuerpos; ¿o será aun mismo casual las mutaciones adaptivas? ¿Tienen alguna parte los espíritus en eso?
10. […]el cuerpo es simultáneamente el envoltorio y el instrumento del espíritu y, a la medida que este adquiere nuevas aptitudes, reviste un envoltorio adecuado al nuevo género de trabajo que debe realizar, así como se da a un operario herramientas menos groseras, a la medida que el es capaz de hacer una obra más delicada.   
11. Para ser más exacto, es preciso decir que es el propio espíritu el que modela su envoltorio, adecuándolo a sus nuevas necesidades. El perfecciona, desenvuelve y completa su organismo a la medida que experimenta la necesidad  de manifestar nuevas facultades; en una palabra, el lo talla de acuerdo con su inteligencia. Dios le ofrece los materiales, cabiendo a él emplearlos. Es así que las razas más adelantadas tienen un organismos, u si prefieren, una herramienta más perfeccionada que las razas más primitivas. Así también se explica el cuño especial que el carácter del espíritu imprime a los trazos fisionómicos y a las líneas de cuerpo […]  
15. […]  Los cuerpos de los macacos pueden muy bien  haber servido de vestimenta a los primeros espíritus humanos, necesariamente poco adelantados, que han venido a encarnar en la Tierra, esas vestimentas fueron las más apropiadas  para sus necesidades y más adecuadas al ejercicio de sus facultades que el cuerpo de cualquier otro animal. Al revés de ser hecha una  vestimenta especial para el espíritu, el habría hallado una pronta. Se vistió entonces con la piel de macaco, sin dejar de ser espíritu humano, así como el hombre,  no raro, se viste con la piel de ciertos animales sin por eso dejar de ser hombre.  
16. […]se puede decir que, bajo la influencia  y por efecto de la actividad intelectual de su nuevo habitante, el envoltorio se modifico, se embelleció en los detalles, conservando siempre la forma general del conjunto.los cuerpos perfeccionados, al procrearse, se reproducirán en las mismas condiciones […][6]
Otra  censura es la que acostumbra  llegar  el presidente espiritual de la Sociedad Parisiense de Estudios Espiritas: San Luis. Antes de todo, se sabe que, en la S.P.E.E, era frecuente los guías comunicarse  por médiums distintos y en épocas diferentes. La respuesta de San Luis puede haber sido  basada en la forma enfatizada por la imperfección del trabajo de un solo de esos médiums. Seria precipitado malsinar el espíritu con base en esa única situación, sin evidencia  de eso corresponder, en el, a un padrón inferior cualquiera.

En la evocación del “negro Padre Cesar”, [7] por otra parte, el médium actúa como intermediario de  dos espíritus: San Luis, que auxilia en las respuestas, y el Padre Cesar, sometido a esa ayuda. Existe la posibilidad de él l médium no haber filtrado bien los recados, o haberlos entrecruzados. La opinión a lo demás, de que la blancura se refería  a la superioridad es, allí,  no de San Luis, más si del Padre cesar, y aun así, no por cuenta del color blanco en sí, más si de las relaciones de poder en aquella sociedad.

El Espíritu llega a decir que estaba más feliz que en la Tierra porque su espíritu no era más negro; esto es, por no estar sujeto a las humillaciones aquí sufridas, no siendo el espíritu rico o pobre, hombre o mujer, viejo o joven, negro o blanco. Todavía, en una inesperada interferencia, dada su condición, afirmo el Padre Cesar  que los blancos eran orgullosos de una  “blancura” de la que no eran causa. Parece más  San Luis, ahí, que el Padre Cesar.

De cualquier forma, causa extrañeza la respuesta  al n. 9:
“[a San Luis].- ¿La raza negra es de hecho una raza inferior? Respuesta. _ La raza negra desaparecerá de la Tierra. Fue hecha para una latitud diferente de la vuestra”. [8] Ahora ya pareció más el Padre Cesar algo frustrado con su encarnación anterior  a la de San Luis, el cual responde así a la última pregunta de Kardec:  
12. [A San Luis]. - ¿Algunas veces los blancos reencarnan en cuerpos negros? Respuesta. – Si. Cuando, por ejemplo un señor maltrato a un esclavo, puede acontecer que pida, como expiación, para vivir en el cuerpo de un negro, con el fin de sufrir, por si mismo, lo que hizo padecer a los otros, progresando por ese medio  y obteniendo el perdón de Dios. [9]
No hace mucho , apareció “Nota Explicativa” de la Federación Espirita Brasileña repeliendo cualquier posibilidad de  interferencia discriminatoria o pre conceptuosa en la doctrina espirita  bien entendida; fue motivada, con todo, por actuación del Ministerio Público Federal. A.F.E.B.   la data venia, siempre fue más dedicada a consignar notas que contesten a Kardec, como la que corresponde a la Génesis, XV, 66, en la cual defiende el rustenismo en el momento en el que Kardec  lo sepultaba. Es, pues, la nota de la F: E. B. al título de la “Nota Explicativa”, esclareciendo la situación  de la obra:
Nota de la editora:  esta “Nota Explicativa”, publicada en  cara al acuerdo con el Ministerio Público Federal, tiene por objetivo demostrar la ausencia de cualquier discriminación o preconcepto en algunos trechos de las obras de Allan Kardec, caracterizadas, todas, por la sustentación de los principios de fraternidad y solidaridad  cristiana, contenido en la Doctrina Espirita. [10] 
Dada la relevancia del asunto, todavía, es de lamentarse que las referencias de las citaciones de la Revista Espirita en esa Nota Explicativa febiano  hayan sido registradas  algo descuidadamente. De las cinco citaciones directas de la Revista, ninguna es vinculada al tópico a que corresponde y solo dos indican el mes, lo que dificulta  sobremanera encontrarlas, y las demás, en los libros de otras editoras. Por señal, uno de los textos  fue reproducido sin mención al número de su página en las ediciones de la propia  F.E.B, y, aun, reportándose al mes errado. Donde se lee: “enero de 1863”, léase: p. 87, febrero de 1863”:
Nosotros trabajamos para dar fe a los que en nada creen; para esparcir una creencia que los torna mejores  unos para los otros, que les enseña a perdonar a los enemigos, a mirarse como hermanos, sin distinción de raza, casta, secta, color, opinión política o religiosa; en una palabra, una creencia que hace nacer el verdadero sentimiento de caridad, de fraternidad y deberes sociales. [11] 
Otro escrito significativo de Kardec a respecto es lo que paso a transcribir en su integridad,  sin negligencia el parágrafo final, inexistente en las ediciones fabianas y congéneres y, por consiguiente, en su citación constante de la Nota Explicativa de F. E. B.
Con la reencarnación desaparecen los preconceptos de razas de clases, pues el mismo espíritu puede renacer rico o pobre, gran señor o proletario, jefe o subordinado, libre o esclavo, hombre o mujer. De todos los argumentos invocados contra la injusticia de la servidumbre y de la esclavitud, contra la sujeción de la mujer a la ley del más fuerte, ninguno hay que supere en lógica el hecho material de la reencarnación. Si, pues, la reencarnación fundamenta sobre una ley  de la naturaleza, el principio de la fraternidad universal, ella fundamenta sobre la misma ley el principio de igualdad de los derechos sociales y, por consecuencia, el de la libertad.
Los hombres solo nacen inferiores y subordinados por el cuerpo; por el espíritu ellos  son iguales y libres. De ahí el deber de tratar  a los inferiores con bondad, benevolencia y humildad, porque aquel que hoy  es nuestro subordinado puede haber sido nuestro igual o nuestro superior, puede ser un pariente o un amigo, y nosotros, por nuestra vez, podemos  venir a ser subordinados de aquel que hoy comandamos. [12] 
Por tanto, la acusación de racismo a Kardec y al Espiritismo nunca podrá superar el vivió de anacronismo. Bajo ese punto de vista, Kardec no sería más racista de lo que cualquier europeo de su tiempo, sin embargo, con esta ventaja soberbia: si los errores de la ciencia de época  lo autorizaron  a creer en razas primitivas y que podemos nacer inferiores y subordinados por el cuerpo, a eso nunca dejo de contraponer la medida libertaria del pensamiento espirita, esto es, por el espíritu somos iguales y libres, no somos hombres o mujeres, niños o viejos, ricos o pobres, blancos o negros, lo que el acabo llevando a la defensa contundente, como se vio, de la igualdad de los derechos sociales de todas las criaturas humanas y de la abolición de los privilegios de razas.

Con los avances de la biogenética, está demostrado que no existen genes raciales en la especie humana. Somos, claro, más evolucionados biológicamente que nuestros ascentrales antropoides. Esta, es la única evolución, admitida además por la ciencia. Caso se hable de  una evolución  espiritual, moral, o aun mismo cultural, es ignorado o reprendido, porque el espíritu, o la reencarnación, aun son irrelevantes para la ciencia, así como Dios. Entretanto,  los espiritas por definición, no podemos hablar y pensar como agnósticos, ateos, materialistas, nihilistas. Si, por un lado, el Espiritismo nos impone acompañar a la ciencia en aquello que particularmente a esta dice respecto, nos está prohibido descuidar el propio Espiritismo en lo que a este compete exclusivamente.

Por eso, decimos hoy, los espiritas, que no hay razas humanas, menos aun inferiores o superiores, de común acuerdo en esto con la ciencia, más si igualmente afianzamos que, si, los espíritus, mediante la reencarnación, constituyen los artífices de la evolución biológica. Las mutaciones que dejan por seleccionar los más aptos no son casualmente adaptivas. Como decía el maestro espirita por excelencia: “Un acaso inteligente ya no sería acaso”. [13] 

Referências:

[1] Revista Espírita. Ago/1865.

[2] Revista Espírita. Out/1861. Discurso do Sr. Allan Kardec. F.E.B., 2007, 3.ª ed., p. 432.

[3] Revista Espírita. Jun/1867. Emancipação das Mulheres nos Estados Unidos. F.E.B., 2007, 2.ª ed, p. 231.

[4] Obras Póstumas. Teoria da Beleza. F.E.B., 2002, 32.ª ed., p. 168.

[5] Id., ibid. Grifo meu.

[6] KARDEC. A Gênese, XI. Léon Denis Gráfica e Editora, 2008, 2.ª ed., pp. 235/36 e 237.

[7] No francês: “le nègre Pa César”.

[8] Revista Espírita. Jun/1859. O negro Pai César. F.E.B., 2007, 3.ª ed., p. 245.

[9] Id., ibid.

[10] Revista Espírita. ANO I. 1858. F.E.B., 2009, 4.ª ed., p. 537.

[11] KARDEC. Revista Espírita. Fev/1863. A Loucura Espírita. F.E.B., 2007, 3.ª ed., p. 87.

[12] KARDEC. A Gênese, I, 36. Léon Denis Gráfica e Editora, 2.ª ed., 2008. Com base na 4.ª ed. francesa.

[13] O Livros dos Espíritos. Comentário ao n. 8.


Tradução: Mercedes Cruz

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Fonte: Ensaios da Hora Extrema - http://ensaiosdahoraextrema.blogspot.com.br/2012/03/doutrina-espirita-e-racismo.html

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