Por Humberto Mariotti
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¿Por qué se mantiene Vigente el Viejo Mundo Espiritual y Social?
El mundo contemporáneo es un mundo adecuado al tipo de sensibilidad que responde a los intereses de las instituciones actuales, mantenidas por aquellos que participan “interesadamente” de este mundo “estancado” del presente. Existen acuerdos generales consistentes en no permitir la transformación de los organismos sociales, sean estos filosóficos o religiosos. Por ejemplo, en religión solo se admite lo que dice la Iglesia visto que, en el actual estado de cosas, ella es la verdad y ningún otro principio religioso es permitido, ya que la verdad religiosa, para la situación social contemporánea, es católica (actualmente también un poco protestante)
Si aparece un pensador o escuela que presente al mundo de hoy un nuevo tipo de religión, es de inmediato rechazado y perseguido por ser un impedimento a la “única verdad religiosa” que es la que representa el dogma, una vez que, para la orden actual, el dogma es tan sustentable como la ley de gravedad y, por esa razón, el hombre religioso-dogmatico habla del Dios trino, del Infierno, del diablo.etc., como si estuviese tratando de cuestiones tan reales y positivas como la electricidad. Para comprobar lo que afirmamos, basta hablar con cualquier miembro de la Iglesia y constataremos la anquilose mental (1) en que se encuentra.
¿Todavía, cual es la causa esencial de esta situación en este mundo “estancado” del presente? Creemos que todo eso ocurre en razón de lo que esos dogmas representan para los intereses materiales de la sociedad, una vez que apoyan espiritual y psicológicamente el orden general y particular del actual estado de las cosas.
Una idea de Dios como la que presenta el concepto espirita determinaría un gran estremecimiento en el orden eclesiástico y derrumbaría todo cuanto ahora se conoce en el seno de la Iglesia, como “sistema de jerarquía”. De modo que lo más conveniente es mantener en pie ese “sistema” y no la verdad religiosa que el Espiritismo revela al pensamiento del hombre. Por ese motivo la idea espirita, tanto para la Iglesia como para el presente orden espiritual y social, es un peligro y una amenaza para las viejas instituciones eclesiásticas, que duraran hasta que las fuerzas del progreso no las sustituyan por una nueva visión del Universo.
En el mundo contemporáneo el avance de la verdad, en todos los aspectos, está paralizado por los intereses comunes de las viejas instituciones sociales. Viene de ahí que la evolución, al ser detenida en su proceso normal, se torna violenta hasta convertirse en revolución agresiva.
A causa del extremismo comunista tiene su origen en este fenómeno represivo de la evolución, ya que la transformación de las estructuras sociales son necesarios en virtud de la propia evolución del individuo y también porque el que debería operarse insensiblemente se ve en la necesidad de suceder violentamente. Por tal motivo, en Allan Kardec se lee la reflexión siguiente:
“Siendo el progreso una condición de la naturaleza humana, no está en el poder del hombre oponérsele. Es una fuerza viva, cuya acción puede ser retardada, sin embargo no anulada por las leyes humanas. Cuando estas se tornan incompatibles con el, desarrollarlas juntamente con los que se esfuercen por mantenerlas. Así será hasta que el hombre haya puesto sus leyes en concordancia con la justicia divina, que quiere que todos participen en el bien y no la vigencia de leyes hechas por el fuerte en detrimento del débil (2)
Muy bien; todos sabemos que estamos viviendo en una época de total transformación. Los sistemas y valores seculares deberán ceder ante el nuevo espíritu de la humanidad. Entretanto, el mundo actual se aferra a las viejas instituciones, tratando de convencer al hombre de que todo ya fue ofrecido definitivamente y que las estructuras actuales son inamovibles e inmutables. Más esta actitud de los que así sienten, el mundo es antinatural, dando con eso origen a la violencia revolucionaria.
Esta es la causa por la cual el comunismo niega a Dios y a toda idea transcendente del hombre y de la historia, presentándonos un Estado totalmente naturalista, basado en lo que se denomina “Materialismo Histórico”. La fuerza revolucionaria del comunismo pasa por encima de toda concepción ideológica espiritual por considerarla un sustentáculo de la propiedad privada. Más si los que dicen representar la democracia facilitasen el curso de la evolución, ese fenómeno de violencia que vemos en la táctica comunista sería interrumpido sin duda alguna, una vez que la modificación de las cosas se daría con naturalidad y sin alteraciones bruscas ni dolorosas.
Por lo que vemos podemos decir que el comunismo es la consecuencia de la represión de la evolución natural por parte de los que pretenden mantener el estado actual del mundo. El propio Espiritismo, que no emplea violencia para la propagación de sus ideas, sufre también la reacción del viejo orden, pues su concepción religiosa y filosófica determina modificaciones radicales en ese aspecto. Y aquellos que viven como altos jerarcas, ocupando suntuosas posiciones en lo temporal y espiritual, tampoco pueden aceptar el Espiritismo como una idea amiga y como expresión de verdad. A respecto, veamos lo que dice “El Libro de los Espíritus”, en la cuestión 798:
¿El Espiritismo se tornará creencia común o quedará paralizado como creencia apenas por algunas personas?
-Ciertamente que se tornará creencia general y marcará la nueva era en la historia de la humanidad, porque está en la naturaleza y llegó el tiempo en que ocupará lugar entre los conocimientos humanos. Tendrá, no en tanto, que sustentar grandes luchas, más contra el interés de lo que contra la convicción, por cuanto no hay como disimular la existencia de personas interesadas en combatirlos, unas por amor propio, otras por causas enteramente materiales. Sin embargo, como quedaran aislados, sus contradictores se sentirán forzados a pensar como los demás, bajo pena de tornarse ridículos.
En los parágrafos transcritos se encuentra la causa de tergiversación que se hace en torno a la idea espirita, desfigurándola ante la opinión pública, la cual lamentablemente es guiada y gobernada por los que representan el antiguo orden del mundo. Por tal motivo el poder material actual nunca admitirá a Cristo tal como el era, aceptando, en contrapartida, un Cristo-Dios vinculado a un representante terreno. Y este tipo de Cristo-Dios es el único real para el poder oficial; los demás son heréticos o, cuando no, inspirados por Satanás, hasta el mismo Cristo de amor y de verdad que la filosofía espirita nos presenta.
Más, para que exista un monarca religioso en la Tierra, es necesario aceptar un tipo de Cristo como el que nos presenta el dogma. Para que haya involución e inmutabilidad espiritual y social, es preciso negar la pluralidad de existencias; y para que nuestro planeta sea el centro del universo, como aun aceptan los escolásticos y ortodoxos; es necesario negar la pluralidad de los mundos habitados. Sin estas dos pluralidades el Universo, el Ser y la Historia permanecerán fijos y el antiguo orden no correrá el riesgo de ser alterada en ningún punto de vista.
Por ese motivo, el Espiritismo explota como un volcán, resultando de eso como una constricción a través de la cual se manifiestan fuerzas reprimidas de la evolución, aunque desfiguradas por la violencia. De ahí sucede que toda idea evolucionista es ocultada y no se le da acceso en las universidades ni en los grandes órganos de publicidad pues, para la cultura contemporánea solo es aceptable aquello que no afecte el dogma ni a la sociedad presente, ya que estas dos instituciones deberán mantenerse indefinidamente tal como son, una vez que representan los grandes intereses de los poderosos, los cuales sin solución de continuidad, transmiten de familia a familia los bienes y beneficios que los pueblos producen para todos en general.
El viejo orden del mundo es la causa determinante del estado caótico en que viven los pueblos de nuestra época. Cuando las leyes de la evolución sufren reacción, se alteran los cursos naturales del progreso y sobrevienen las más terribles catástrofes, las guerras y los procedimientos llamados totalitarios e imperialistas. Mientras el viejo orden no se decida a evolucionar como el espíritu del hombre y de la humanidad, habrá conmociones sociales y violentas revoluciones. Es necesario que el viejo orden reconozca que debe promover la evolución de la religión y de la sociedad y, con ellas, todas las estructuras materiales y espirituales.
Mientras exista un organismo mundial que pretenda representar la verdad divina, los valores religiosos y filosóficos del Espiritismo serán considerados ilegales, erróneos e inspirados por el demonio. La masa de creyentes, educada y conducida por ese organismo eclesiástico mundial, como es lógico, lo tomará más en cuenta que las palabras de los que divulguen las verdades espiritas. Se diría lo contrario de todo lo que el Espiritismo es y representan. Se dirá que los espiritas conversan con los muertos y que esto es herético y sacrílego, ya que para la Iglesia los muertos son intocables, le pertenecen y son de su absoluta incumbencia. Y la masa de creyentes acreditará antes a sus pastores religiosos que en los espiritas, que respeta la verdadera situación que ocupan los muertos en la vida del más allá.
La Iglesia y los ahora denominados “hermanos separados”(3) saben impresionar muy bien a sus fieles en lo que se refiere a los muertos. Para ellos son seres totalmente distanciados de la Tierra y recogidos en algún lugar de ultratumba. De ahí este concepto carente de toda base filosófica: “los muertos no hablan ni se comunican con los vivos” lo que es arma indispensable en la predica anti espírita que realizan. Argumentan, ante los fieles, que los muertos solo pueden comunicarse con los vivos en el seno de la Iglesia, pues fuera de ella, no tienen ninguna relación con el hombre como individuo, ni con la sociedad como institución histórica y espiritual. Y, de esta forma, el espiritismo es presentado como “ cosa repugnante” ante los que viven mental y espiritualmente dentro de la vieja orden, suponiendo que no pasa de necromancia practicada por personas alineadas y cultores de magia negra.
He aquí, pues, donde se sitúa el origen de la resistencia que el Espiritismo encuentra en la cultura contemporánea. Más no nos olvidemos de que toda “cultura” solo merece aprobación cuando no diverge del dogma y de la sociedad presente. Y también así ocurre relativamente a la democracia: esta es apenas “democrática” cuando las libertades que otorga no afectan al dogma y a los intereses de la sociedad. Más, en cuanto las libertades concedidas denuncian los fenómenos contradictorios del orden imperante, la democracia retira la libre expresión del pensamiento por considerarlo ofensivo a la estabilidad social y religiosa. Y pasa, entonces, a ser juzgada comunista.
¿Más, porque el Espiritismo, como movimiento social, goza de la libertad en casi todos los países de carácter cristiano? La respuesta es fácil: el espiritismo es tolerado en su acción porque tiende a aliviar la situación de las masas trabajadoras que los referidos países cristianos no se deciden a solucionar. Pues, en cuanto el espiritismo secunda al estado en esta tarea de auxiliar a los indigentes y trabajadores, más sin entrar en análisis del origen de la miseria social, será bien visto, especialmente en los países llamados subdesarrollados. Entretanto, en cuanto el Espiritismo inicie una investigación de visu (4) en lo que respecta al origen de la pobreza y de la miseria que sufren los pueblos, reclamando una solución ente tan pavoroso problema, y la idea espirita pasará a ser perseguida, prohibida y hasta aun mismo cualificada de comunista. Pues es que, al hacer análisis de los fenómenos sociales, bien como la del hombre y del pauperismo en todos los aspectos, el espiritismo se colocaría contra el dogma y la sociedad. Si dudamos, recordemos el episodio de la crucificación de Jesús.
Tengamos presente que la idea espirita forma en el hombre una nueva mentalidad, por medio de la más pura esencia cristiana de la verdad y de la justicia. Si bien que sea cierto que la escuela espirita enseña la tolerancia, esto no impide que el hombre que es espirita haga uso del sentido crítico en lo que respecta al curso normal o anormal de la evolución y del progreso. Es, este sentido crítico, no obstante la práctica de la tolerancia, será lo que lo impulsará a reflexionar sobre los diversos actos sociales y espirituales para verificar que factores favorecen o no su desenvolvimiento.
De manera que las condiciones unilaterales que caracterizan el orden actual no son las más adecuadas para el conocimiento de la verdad, ni para un normal desenvolvimiento de la evolución y del progreso. Mientras la cultura contemporánea solo considera como derechos sociales el conocimiento oficial, esto es, lo que respecta al dogma y sociedad antiguos, la idea espirita deberá desenvolverse al margen de la cultura del Estado, pues, en el caso de ser adoptada por la Universidad como verdad real y demostrada, seria recusada y rechazada por los intereses del dogma y de la sociedad actuales, cuyas bases se consideran las únicas reales y validas.
¿No obstante, por qué motivo el mundo está en plena conmoción espiritual y social? Se encuentra así porque el proceso histórico de la evolución no puede ser detenido por los intereses terrenos de clases y castas que se arremeten obstinadamente contra la ley del progreso. Y lo que debería realizarse, sobre la base de la comprensión y de la paz, se realiza por medio de ásperas luchas, entre el pasado y el futuro. La cultura oficial, el “realismo católico” y el “realismo social”, también como el “realismo oficial” combaten al Espiritismo y esto teniendo en vista la nueva dimensión que el descubre en el Ser, en la Historia y en el Universo.
Tanto para el “materialismo ateo” como para el “espiritualismo eclesiástico”, el Espiritismo no es una verdad, ya que su visión difiere tanto de uno como del otro. Y porque no vemos como “materialistas ateos” y “espiritualistas dogmaticos”, ambos se unen en la negación de los principios espiritas. Pues tanto en uno como en el otro sector existe una mentalidad de clase social que ce en los factores inadecuados para la manutención de sus respectivas posiciones ideológicas. De ahí, pues, que el Espiritismo, a través de su movimiento, debería organizarse mediante la unión internacional de los espiritas, sobre la base de los postulados kardecista. Esta unión internacional la daría un poder espiritual y social, con lo que se le abriría espacio para caminar entre la cultura contemporánea, cuyo único interés cosiste en mantener de pie el dogma y la sociedad presente.
Visto que el Espiritismo, por ser la verdad, no se mezcla con ninguna doctrina de nuestro tiempo; su visión del mundo es completamente distinta tanto del capitalismo y del comunismo como del catolicismo, una vez que crea un nuevo tipo humano, esto es, el Nuevo Hombre, sobre la base firme de la evolución, la cual dará nacimiento al mismo tiempo a un nuevo orden social y amor a la verdad, cristiana, serán sus más sólidos alicientes.
Buenos Aires, abril de 1968.
Tradução: Merchita
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¿Por qué se mantiene Vigente el Viejo Mundo Espiritual y Social?
El mundo contemporáneo es un mundo adecuado al tipo de sensibilidad que responde a los intereses de las instituciones actuales, mantenidas por aquellos que participan “interesadamente” de este mundo “estancado” del presente. Existen acuerdos generales consistentes en no permitir la transformación de los organismos sociales, sean estos filosóficos o religiosos. Por ejemplo, en religión solo se admite lo que dice la Iglesia visto que, en el actual estado de cosas, ella es la verdad y ningún otro principio religioso es permitido, ya que la verdad religiosa, para la situación social contemporánea, es católica (actualmente también un poco protestante)
Si aparece un pensador o escuela que presente al mundo de hoy un nuevo tipo de religión, es de inmediato rechazado y perseguido por ser un impedimento a la “única verdad religiosa” que es la que representa el dogma, una vez que, para la orden actual, el dogma es tan sustentable como la ley de gravedad y, por esa razón, el hombre religioso-dogmatico habla del Dios trino, del Infierno, del diablo.etc., como si estuviese tratando de cuestiones tan reales y positivas como la electricidad. Para comprobar lo que afirmamos, basta hablar con cualquier miembro de la Iglesia y constataremos la anquilose mental (1) en que se encuentra.
¿Todavía, cual es la causa esencial de esta situación en este mundo “estancado” del presente? Creemos que todo eso ocurre en razón de lo que esos dogmas representan para los intereses materiales de la sociedad, una vez que apoyan espiritual y psicológicamente el orden general y particular del actual estado de las cosas.
Una idea de Dios como la que presenta el concepto espirita determinaría un gran estremecimiento en el orden eclesiástico y derrumbaría todo cuanto ahora se conoce en el seno de la Iglesia, como “sistema de jerarquía”. De modo que lo más conveniente es mantener en pie ese “sistema” y no la verdad religiosa que el Espiritismo revela al pensamiento del hombre. Por ese motivo la idea espirita, tanto para la Iglesia como para el presente orden espiritual y social, es un peligro y una amenaza para las viejas instituciones eclesiásticas, que duraran hasta que las fuerzas del progreso no las sustituyan por una nueva visión del Universo.
En el mundo contemporáneo el avance de la verdad, en todos los aspectos, está paralizado por los intereses comunes de las viejas instituciones sociales. Viene de ahí que la evolución, al ser detenida en su proceso normal, se torna violenta hasta convertirse en revolución agresiva.
A causa del extremismo comunista tiene su origen en este fenómeno represivo de la evolución, ya que la transformación de las estructuras sociales son necesarios en virtud de la propia evolución del individuo y también porque el que debería operarse insensiblemente se ve en la necesidad de suceder violentamente. Por tal motivo, en Allan Kardec se lee la reflexión siguiente:
“Siendo el progreso una condición de la naturaleza humana, no está en el poder del hombre oponérsele. Es una fuerza viva, cuya acción puede ser retardada, sin embargo no anulada por las leyes humanas. Cuando estas se tornan incompatibles con el, desarrollarlas juntamente con los que se esfuercen por mantenerlas. Así será hasta que el hombre haya puesto sus leyes en concordancia con la justicia divina, que quiere que todos participen en el bien y no la vigencia de leyes hechas por el fuerte en detrimento del débil (2)
Muy bien; todos sabemos que estamos viviendo en una época de total transformación. Los sistemas y valores seculares deberán ceder ante el nuevo espíritu de la humanidad. Entretanto, el mundo actual se aferra a las viejas instituciones, tratando de convencer al hombre de que todo ya fue ofrecido definitivamente y que las estructuras actuales son inamovibles e inmutables. Más esta actitud de los que así sienten, el mundo es antinatural, dando con eso origen a la violencia revolucionaria.
Esta es la causa por la cual el comunismo niega a Dios y a toda idea transcendente del hombre y de la historia, presentándonos un Estado totalmente naturalista, basado en lo que se denomina “Materialismo Histórico”. La fuerza revolucionaria del comunismo pasa por encima de toda concepción ideológica espiritual por considerarla un sustentáculo de la propiedad privada. Más si los que dicen representar la democracia facilitasen el curso de la evolución, ese fenómeno de violencia que vemos en la táctica comunista sería interrumpido sin duda alguna, una vez que la modificación de las cosas se daría con naturalidad y sin alteraciones bruscas ni dolorosas.
Por lo que vemos podemos decir que el comunismo es la consecuencia de la represión de la evolución natural por parte de los que pretenden mantener el estado actual del mundo. El propio Espiritismo, que no emplea violencia para la propagación de sus ideas, sufre también la reacción del viejo orden, pues su concepción religiosa y filosófica determina modificaciones radicales en ese aspecto. Y aquellos que viven como altos jerarcas, ocupando suntuosas posiciones en lo temporal y espiritual, tampoco pueden aceptar el Espiritismo como una idea amiga y como expresión de verdad. A respecto, veamos lo que dice “El Libro de los Espíritus”, en la cuestión 798:
¿El Espiritismo se tornará creencia común o quedará paralizado como creencia apenas por algunas personas?
-Ciertamente que se tornará creencia general y marcará la nueva era en la historia de la humanidad, porque está en la naturaleza y llegó el tiempo en que ocupará lugar entre los conocimientos humanos. Tendrá, no en tanto, que sustentar grandes luchas, más contra el interés de lo que contra la convicción, por cuanto no hay como disimular la existencia de personas interesadas en combatirlos, unas por amor propio, otras por causas enteramente materiales. Sin embargo, como quedaran aislados, sus contradictores se sentirán forzados a pensar como los demás, bajo pena de tornarse ridículos.
En los parágrafos transcritos se encuentra la causa de tergiversación que se hace en torno a la idea espirita, desfigurándola ante la opinión pública, la cual lamentablemente es guiada y gobernada por los que representan el antiguo orden del mundo. Por tal motivo el poder material actual nunca admitirá a Cristo tal como el era, aceptando, en contrapartida, un Cristo-Dios vinculado a un representante terreno. Y este tipo de Cristo-Dios es el único real para el poder oficial; los demás son heréticos o, cuando no, inspirados por Satanás, hasta el mismo Cristo de amor y de verdad que la filosofía espirita nos presenta.
Más, para que exista un monarca religioso en la Tierra, es necesario aceptar un tipo de Cristo como el que nos presenta el dogma. Para que haya involución e inmutabilidad espiritual y social, es preciso negar la pluralidad de existencias; y para que nuestro planeta sea el centro del universo, como aun aceptan los escolásticos y ortodoxos; es necesario negar la pluralidad de los mundos habitados. Sin estas dos pluralidades el Universo, el Ser y la Historia permanecerán fijos y el antiguo orden no correrá el riesgo de ser alterada en ningún punto de vista.
Por ese motivo, el Espiritismo explota como un volcán, resultando de eso como una constricción a través de la cual se manifiestan fuerzas reprimidas de la evolución, aunque desfiguradas por la violencia. De ahí sucede que toda idea evolucionista es ocultada y no se le da acceso en las universidades ni en los grandes órganos de publicidad pues, para la cultura contemporánea solo es aceptable aquello que no afecte el dogma ni a la sociedad presente, ya que estas dos instituciones deberán mantenerse indefinidamente tal como son, una vez que representan los grandes intereses de los poderosos, los cuales sin solución de continuidad, transmiten de familia a familia los bienes y beneficios que los pueblos producen para todos en general.
El viejo orden del mundo es la causa determinante del estado caótico en que viven los pueblos de nuestra época. Cuando las leyes de la evolución sufren reacción, se alteran los cursos naturales del progreso y sobrevienen las más terribles catástrofes, las guerras y los procedimientos llamados totalitarios e imperialistas. Mientras el viejo orden no se decida a evolucionar como el espíritu del hombre y de la humanidad, habrá conmociones sociales y violentas revoluciones. Es necesario que el viejo orden reconozca que debe promover la evolución de la religión y de la sociedad y, con ellas, todas las estructuras materiales y espirituales.
Mientras exista un organismo mundial que pretenda representar la verdad divina, los valores religiosos y filosóficos del Espiritismo serán considerados ilegales, erróneos e inspirados por el demonio. La masa de creyentes, educada y conducida por ese organismo eclesiástico mundial, como es lógico, lo tomará más en cuenta que las palabras de los que divulguen las verdades espiritas. Se diría lo contrario de todo lo que el Espiritismo es y representan. Se dirá que los espiritas conversan con los muertos y que esto es herético y sacrílego, ya que para la Iglesia los muertos son intocables, le pertenecen y son de su absoluta incumbencia. Y la masa de creyentes acreditará antes a sus pastores religiosos que en los espiritas, que respeta la verdadera situación que ocupan los muertos en la vida del más allá.
La Iglesia y los ahora denominados “hermanos separados”(3) saben impresionar muy bien a sus fieles en lo que se refiere a los muertos. Para ellos son seres totalmente distanciados de la Tierra y recogidos en algún lugar de ultratumba. De ahí este concepto carente de toda base filosófica: “los muertos no hablan ni se comunican con los vivos” lo que es arma indispensable en la predica anti espírita que realizan. Argumentan, ante los fieles, que los muertos solo pueden comunicarse con los vivos en el seno de la Iglesia, pues fuera de ella, no tienen ninguna relación con el hombre como individuo, ni con la sociedad como institución histórica y espiritual. Y, de esta forma, el espiritismo es presentado como “ cosa repugnante” ante los que viven mental y espiritualmente dentro de la vieja orden, suponiendo que no pasa de necromancia practicada por personas alineadas y cultores de magia negra.
He aquí, pues, donde se sitúa el origen de la resistencia que el Espiritismo encuentra en la cultura contemporánea. Más no nos olvidemos de que toda “cultura” solo merece aprobación cuando no diverge del dogma y de la sociedad presente. Y también así ocurre relativamente a la democracia: esta es apenas “democrática” cuando las libertades que otorga no afectan al dogma y a los intereses de la sociedad. Más, en cuanto las libertades concedidas denuncian los fenómenos contradictorios del orden imperante, la democracia retira la libre expresión del pensamiento por considerarlo ofensivo a la estabilidad social y religiosa. Y pasa, entonces, a ser juzgada comunista.
¿Más, porque el Espiritismo, como movimiento social, goza de la libertad en casi todos los países de carácter cristiano? La respuesta es fácil: el espiritismo es tolerado en su acción porque tiende a aliviar la situación de las masas trabajadoras que los referidos países cristianos no se deciden a solucionar. Pues, en cuanto el espiritismo secunda al estado en esta tarea de auxiliar a los indigentes y trabajadores, más sin entrar en análisis del origen de la miseria social, será bien visto, especialmente en los países llamados subdesarrollados. Entretanto, en cuanto el Espiritismo inicie una investigación de visu (4) en lo que respecta al origen de la pobreza y de la miseria que sufren los pueblos, reclamando una solución ente tan pavoroso problema, y la idea espirita pasará a ser perseguida, prohibida y hasta aun mismo cualificada de comunista. Pues es que, al hacer análisis de los fenómenos sociales, bien como la del hombre y del pauperismo en todos los aspectos, el espiritismo se colocaría contra el dogma y la sociedad. Si dudamos, recordemos el episodio de la crucificación de Jesús.
Tengamos presente que la idea espirita forma en el hombre una nueva mentalidad, por medio de la más pura esencia cristiana de la verdad y de la justicia. Si bien que sea cierto que la escuela espirita enseña la tolerancia, esto no impide que el hombre que es espirita haga uso del sentido crítico en lo que respecta al curso normal o anormal de la evolución y del progreso. Es, este sentido crítico, no obstante la práctica de la tolerancia, será lo que lo impulsará a reflexionar sobre los diversos actos sociales y espirituales para verificar que factores favorecen o no su desenvolvimiento.
De manera que las condiciones unilaterales que caracterizan el orden actual no son las más adecuadas para el conocimiento de la verdad, ni para un normal desenvolvimiento de la evolución y del progreso. Mientras la cultura contemporánea solo considera como derechos sociales el conocimiento oficial, esto es, lo que respecta al dogma y sociedad antiguos, la idea espirita deberá desenvolverse al margen de la cultura del Estado, pues, en el caso de ser adoptada por la Universidad como verdad real y demostrada, seria recusada y rechazada por los intereses del dogma y de la sociedad actuales, cuyas bases se consideran las únicas reales y validas.
¿No obstante, por qué motivo el mundo está en plena conmoción espiritual y social? Se encuentra así porque el proceso histórico de la evolución no puede ser detenido por los intereses terrenos de clases y castas que se arremeten obstinadamente contra la ley del progreso. Y lo que debería realizarse, sobre la base de la comprensión y de la paz, se realiza por medio de ásperas luchas, entre el pasado y el futuro. La cultura oficial, el “realismo católico” y el “realismo social”, también como el “realismo oficial” combaten al Espiritismo y esto teniendo en vista la nueva dimensión que el descubre en el Ser, en la Historia y en el Universo.
Tanto para el “materialismo ateo” como para el “espiritualismo eclesiástico”, el Espiritismo no es una verdad, ya que su visión difiere tanto de uno como del otro. Y porque no vemos como “materialistas ateos” y “espiritualistas dogmaticos”, ambos se unen en la negación de los principios espiritas. Pues tanto en uno como en el otro sector existe una mentalidad de clase social que ce en los factores inadecuados para la manutención de sus respectivas posiciones ideológicas. De ahí, pues, que el Espiritismo, a través de su movimiento, debería organizarse mediante la unión internacional de los espiritas, sobre la base de los postulados kardecista. Esta unión internacional la daría un poder espiritual y social, con lo que se le abriría espacio para caminar entre la cultura contemporánea, cuyo único interés cosiste en mantener de pie el dogma y la sociedad presente.
Visto que el Espiritismo, por ser la verdad, no se mezcla con ninguna doctrina de nuestro tiempo; su visión del mundo es completamente distinta tanto del capitalismo y del comunismo como del catolicismo, una vez que crea un nuevo tipo humano, esto es, el Nuevo Hombre, sobre la base firme de la evolución, la cual dará nacimiento al mismo tiempo a un nuevo orden social y amor a la verdad, cristiana, serán sus más sólidos alicientes.
Buenos Aires, abril de 1968.
Tradução: Merchita
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