Por José Herculano Pires
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Este término no debe ser utilizado en el Espiritismo, por no encontrarse en ninguna de las obras de Allan Kardec. La palabra carma fue “introducida” recientemente en el Espiritismo a través de las llamadas obras subsidiarias, o sea, los libros psicografiados “escritos por espíritus a través de médiums”, más no es utilizado en ningún momento en las obras de Kardec. La palabra carma (en sanscrito Karma o Karman en pali Kamma) utilizada en la India y por muchas corrientes filosóficas religiosas, significa en primera instancia “acción”, “trabajo” o “efecto”. En el sentido secundario, el efecto de una acción, o si preferimos, la suma de los efectos de acciones (vidas) pasadas reflejándose en el presente.
En el concepto hindú, carma quiere decir “destino” determinado o fijo, o sea, aquellos cuyos actos fueron correctos, después de muertos renacieron a través de una mujer bramana (virtuosa), al paso que aquellos cuyos actos fueron malos, renacieron de una mujer paria (castas inferiores) y sufrieron muchas desgracias, acabando como simple esclavos. Inclusive una persona nacida en una casta impura (un barrendero de calle, un auxiliar de crematorio, por ejemplo) debe permanecer en la profesión heredada. Cumpliendo lo mejor posible y de manera ordenada su función, tornarse un perfecto y virtuoso miembro de la sociedad. Por otro lado, al interferir en las tareas de otras personas, el será culpado de perturbar el orden sagrado… (…), aun mismo la prostituta, que dentro de la jerarquía de la sociedad es alguien desvirtuada dueña de la casa, podrá participar, en el caso cumpla con perfección el código de su despreciable profesión - - El poder sobrehumano transindividual y sagrado que se manifiesta en el cosmos. Ella puede hasta hacer milagros que desconcierten a reyes y santos.
Sabemos, por orientación de los Espíritus, que cuando reencarnamos no escogemos un destino y si un genero de prueba que cabe a cada uno enfrentar o rechazar. De esta forma, no debemos usar la palabra Carma dentro del Espiritismo y si Causa y Efecto, porque los detalles de los acontecimientos de la vida están en dependencia de las circunstancias que el hombre provoca, con sus actos. Si encaramos el carma como un fin total e irreductible, tendremos un problema serio cuando hablamos de existencia y sufrimiento.
El carma fue “inventado” por los arianos, cuando estos invadieron la India por el rio Indo, trayendo consigo su religiosidad y “creando” las castas para diferenciarse de los parias y rebajarlos a posiciones subalternas. Si pensáramos en el carma como un fin último estancamos el hombre, de la misma forma cuando aprobamos o aceptamos la salvación apenas por la justificación de la fe o a través de la predestinación. El carma en la época surgió para los indianos como una posibilidad de explicar y entender el mundo, el hombre y su existencia. ¿Si realmente existen los dioses o un Dios bueno, porque algunas personas nacen genios y otras idiotas? ¿Cómo los dioses juzgaran en un supuesto juicio final a los hombres que no tuvieron oportunidad de conocerlos? Si Dios es omnisciente y omnipresente, entonces no poseemos libre albedrio, estamos atrapados en una predestinación o carma. Si no utiliza su omnisciencia no puede ser Dios. Estas son preguntas simples que cualquier sentido laico ya se hizo, o aun se hace, de su existencia.
Fueron estas y muchas otras preguntas mucho más elaboradas que el sistema carma vino a “resolver” o intentar explicar. Explicar el mal y encontrar el medio de hacer que los hombres acepten, si no con alegría, por lo menos con la paz del espíritu, han sido la tarea de la mayor parte de las religiones. Para los occidentales la palabra carma no debe ser llevada al pie de la letra, más si de una forma como entender que el individuo pasa por situaciones difíciles y su futuro es de su responsabilidad. En Brasil pocas corrientes filosóficas utilizan la palabra carma como los indianos, o sea, un fin en sí mismo. Los esotéricos y los místicos, en este punto, no se encuadran en los pensamientos esotéricos y místicos judíos, cristianos o islámicos, a pesar de algunos filósofos de este pensamiento aceptaran o discutieran la posibilidad de la reencarnación. Los pensamientos cármicos están más próximos de las enseñanzas esotéricas y místicos por seguir y utilizar buena parte de las enseñanzas y de la filosofía indiana, como es el caso de Shnkya, de Vedanta, de Yoga y algunos otros, o similares como es el caso de los pensamientos de Blavatsky que posee gran influencia en el medio esotérico y teosófico.
Traducción: Mercedes Cruz
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Este término no debe ser utilizado en el Espiritismo, por no encontrarse en ninguna de las obras de Allan Kardec. La palabra carma fue “introducida” recientemente en el Espiritismo a través de las llamadas obras subsidiarias, o sea, los libros psicografiados “escritos por espíritus a través de médiums”, más no es utilizado en ningún momento en las obras de Kardec. La palabra carma (en sanscrito Karma o Karman en pali Kamma) utilizada en la India y por muchas corrientes filosóficas religiosas, significa en primera instancia “acción”, “trabajo” o “efecto”. En el sentido secundario, el efecto de una acción, o si preferimos, la suma de los efectos de acciones (vidas) pasadas reflejándose en el presente.
En el concepto hindú, carma quiere decir “destino” determinado o fijo, o sea, aquellos cuyos actos fueron correctos, después de muertos renacieron a través de una mujer bramana (virtuosa), al paso que aquellos cuyos actos fueron malos, renacieron de una mujer paria (castas inferiores) y sufrieron muchas desgracias, acabando como simple esclavos. Inclusive una persona nacida en una casta impura (un barrendero de calle, un auxiliar de crematorio, por ejemplo) debe permanecer en la profesión heredada. Cumpliendo lo mejor posible y de manera ordenada su función, tornarse un perfecto y virtuoso miembro de la sociedad. Por otro lado, al interferir en las tareas de otras personas, el será culpado de perturbar el orden sagrado… (…), aun mismo la prostituta, que dentro de la jerarquía de la sociedad es alguien desvirtuada dueña de la casa, podrá participar, en el caso cumpla con perfección el código de su despreciable profesión - - El poder sobrehumano transindividual y sagrado que se manifiesta en el cosmos. Ella puede hasta hacer milagros que desconcierten a reyes y santos.
Sabemos, por orientación de los Espíritus, que cuando reencarnamos no escogemos un destino y si un genero de prueba que cabe a cada uno enfrentar o rechazar. De esta forma, no debemos usar la palabra Carma dentro del Espiritismo y si Causa y Efecto, porque los detalles de los acontecimientos de la vida están en dependencia de las circunstancias que el hombre provoca, con sus actos. Si encaramos el carma como un fin total e irreductible, tendremos un problema serio cuando hablamos de existencia y sufrimiento.
El carma fue “inventado” por los arianos, cuando estos invadieron la India por el rio Indo, trayendo consigo su religiosidad y “creando” las castas para diferenciarse de los parias y rebajarlos a posiciones subalternas. Si pensáramos en el carma como un fin último estancamos el hombre, de la misma forma cuando aprobamos o aceptamos la salvación apenas por la justificación de la fe o a través de la predestinación. El carma en la época surgió para los indianos como una posibilidad de explicar y entender el mundo, el hombre y su existencia. ¿Si realmente existen los dioses o un Dios bueno, porque algunas personas nacen genios y otras idiotas? ¿Cómo los dioses juzgaran en un supuesto juicio final a los hombres que no tuvieron oportunidad de conocerlos? Si Dios es omnisciente y omnipresente, entonces no poseemos libre albedrio, estamos atrapados en una predestinación o carma. Si no utiliza su omnisciencia no puede ser Dios. Estas son preguntas simples que cualquier sentido laico ya se hizo, o aun se hace, de su existencia.
Fueron estas y muchas otras preguntas mucho más elaboradas que el sistema carma vino a “resolver” o intentar explicar. Explicar el mal y encontrar el medio de hacer que los hombres acepten, si no con alegría, por lo menos con la paz del espíritu, han sido la tarea de la mayor parte de las religiones. Para los occidentales la palabra carma no debe ser llevada al pie de la letra, más si de una forma como entender que el individuo pasa por situaciones difíciles y su futuro es de su responsabilidad. En Brasil pocas corrientes filosóficas utilizan la palabra carma como los indianos, o sea, un fin en sí mismo. Los esotéricos y los místicos, en este punto, no se encuadran en los pensamientos esotéricos y místicos judíos, cristianos o islámicos, a pesar de algunos filósofos de este pensamiento aceptaran o discutieran la posibilidad de la reencarnación. Los pensamientos cármicos están más próximos de las enseñanzas esotéricas y místicos por seguir y utilizar buena parte de las enseñanzas y de la filosofía indiana, como es el caso de Shnkya, de Vedanta, de Yoga y algunos otros, o similares como es el caso de los pensamientos de Blavatsky que posee gran influencia en el medio esotérico y teosófico.
Traducción: Mercedes Cruz
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