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terça-feira, 6 de dezembro de 2011

El Cielo

Por Mercedes Cruz

¿Te gustarla ir al Cielo?

¿Te imaginas como es el Cielo?

¿Donde piensas que esta?

Los espíritus son creados simples e ignorantes, pero con la actitud de adquirirlo todo y progresar, en virtud de su libre albedrío. Mediante el progreso, adquieren nuevos conocimientos y nuevas facultades, nuevas percepciones y por consiguiente, nuevos gozos desconocidos a los espíritus inferiores; ellos ven, sienten , oyen, y comprenden  lo que los espíritus atrasados no pueden ni ver , ni sentir , ni comprender y ni oír.

La felicidad  está en razón del progreso alcanzado; de tal forma que, de dos Espíritus, uno puede  no ser tan feliz como el otro, únicamente porque no es tan avanzado intelectualmente  y moralmente, sin que por ello tengan que estar cada uno, en un lugar distinto.

Aun estando ambos juntos, uno puede estar  en tinieblas, mientras el otro resplandeciente. La felicidad de los Espíritus  siendo inherente a las cualidades que poseen, la toman en todas las partes donde  la encuentran, en la superficie de la Tierra, en medio de los encarnados o en el espacio.

El progreso del espíritu, es fruto de su propio trabajo. Ellos según la prisa que se den avanzan más o menos rápidamente. Y el progreso del hombre ha de ser moralmente  y espiritualmente  y en muy raros casos avanzan a la par.  La felicidad suprema es atributo de los espíritus perfectos, puros.

La encarnación es necesaria para alcanzar el doble progreso, con la actividad que está obligado a desarrollar en el trabajo el espíritu progresa intelectualmente; y por la necesidad que los hombres tienen uno de los otros avanzan moralmente.  La vida social es la piedra de las buenas  y de las malas cualidades. El hombre de bien, con todas sus virtudes, o el ignorante con sus defectos tiene por móvil, por objetivo y por estimulo las relaciones del hombre con sus semejantes. El hombre que viviese solo, no habría vicios ni virtudes: si, por el aislamiento, se preserva del mal, anula el bien.

Una existencia corporal es un tiempo muy corto para que el hombre lo aprenda todo de todo, para que pueda adquirir todo el bien que le falta, y para que pueda despojarse de lo que hay de malo en el. Dios que es soberanamente justo y bueno, concede al espíritu  del hombre tantas existencias como sean necesarias para alcanzar su perfección.

Cada existencia es, un paso adelante  en el camino del progreso. La encarnación es inherente a la inferioridad de los Espíritus, los que traspasaron el limite y  progresan en el mundo espiritual, o en mundos superiores que en nada se asemeja a la vida terrestre, no necesitan reencarnar, cuando lo hacen es voluntariamente, con el objetivo de ayudar a los encarnados y aceptan las vicisitudes y los sufrimientos por devoción.

Entre una y otra encarnación,  en ese intervalo y por un tiempo más o menos largo, el espíritu entra en el mundo espiritual, donde es feliz o infeliz, según el bien o el mal que haya hecho.

El estado espiritual es el estado normal del espíritu, puesto que ese deberá ser su estado definitivo, el cuerpo espiritual no muere, y el  estado corporal  es transitorio y pasajero. Es en el espacio y en espíritu que se prepara para nuevas experiencias tomando resoluciones  para practicarlas cuando esté de nuevo en la Tierra. También  allí  donde recoge los frutos de su progreso realizados gracias a la reencarnación.

El espíritu también progresa en la erraticidad; allí adquiere conocimientos  especiales  que no podría adquirir en la tierra; sus ideas se modifican. Tanto el estado espiritual, como el corporal  son para el espíritu una fuente de dos progresos solidarios  uno con el otro; por eso pasa alternativamente por esos dos modos de existencias.

La reencarnación puede ocurrir en la Tierra o en otros mundos. Unos son más avanzados que otros, recordemos que hay muchas moradas en la casa del Padre, la Tierra es uno de los menos avanzados, y solo  pueden habitar esos mundos mejores espíritus que han llegado a un grado de adelanto superior, siendo más perfectos.

Ya vivir en esos mundos es una recompensa para el espíritu, pues la calidad de vida,  es mejor, y están preservados de los males  y de las vicisitudes que ocurren en la Tierra. El cuerpo del espíritu allí es más fluídico menos grosero, no están sujetos a las dolencias, ni a las enfermedades, ni a las mismas necesidades. En ellos no hay malos Espíritus están excluidos, los hombres viven en paz, ocupados en su evolución por el trabajo de su inteligencia. Allí reina la verdadera fraternidad, porque no hay egoísmo; verdadera igualdad,  porque no hay orgullo; la verdadera libertad, porque no hay desorden que reprimir, ni ambiciosos procurando oprimir al débil. Esos mundos comparados con la Tierra son verdaderos paraísos.

A la medida que progresa el espíritu alcanza la felicidad, pero antes de alcanzar el punto culminante de la perfección, goza de una felicidad relativa a su progreso. Como los niños, siente la alegría de la primera edad, después las de la juventud  y finalmente, las más solidad de la edad madura.

La felicidad de los Espíritus  bienaventurados no consiste en la ociosidad contemplativa, que seria  una fastidiosa inutilidad. La vida espiritual, al contrario, y en todos los grados, una constante actividad, pero una actividad exenta de fatigas. La suprema felicidad  consiste  en el goce de todos  los esplendores de la creación, que nadie sabría describir, que la más fecunda imaginación no podría concebir; en el conocimiento y penetración de todas las cosas; en la ausencia de toda pena física y moral; en una satisfacción intima, una serenidad del alma que nada altera; en el amor puro que une a todos los seres, como resultado de la ausencia de toda ofensa por el contacto de los malos  y por encima de todo, en la visión de Dios y en la comprensión de sus misterios revelados a los más dignos.

Los espíritus Puros son los Mesías  o mensajeros de Dios  para la transmisión  y ejecución de sus voluntades; cumplen las grandes misiones  presiden la  formación de los mundos y a la armonía en general del Universo, responsabilidad gloriosa a la cual no se llega sino por la perfección. Los de orden más elevado  son los únicos iniciados en los secretos de Dios, inspirándose de su pensamiento, del cual son los representantes directos.

Las tribulaciones de los Espíritus son proporcionales a su adelantamiento, a las luces que poseen, a sus capacidades, a su experiencia y al grado de confianza que inspiran al soberano Maestro. Allí nada de privilegios, nada de favores que no sea el precio del merito; todo es medido  al peso de la estricta justicia.

Las misiones importantes son encomendadas solo a aquellos que Dios sabe que estad capacitados para cumplirlas. Bajo la mirada de Dios  los mas dignos componen  el consejo supremo, a los jefes superiores es atribuida la dirección de los torbellinos planetarios; a  otros es conferida las de los mundos especiales; vienen enseguida en el orden de adelantamiento y subordinación jerárquica, las tribulaciones más restringidas de aquellos que están encargados en la marcha de los pueblos, en la protección de las familias y de los individuos, , en el impulso de cada rama del progreso, en las diversas operaciones de la Naturaleza, hasta en los más ínfimos detalles de la creación.

En todo ese vasto y armonioso conjunto, hay ocupaciones para todas las, todas alas aptitudes, todas las buenas voluntades; ocupaciones aceptadas con alegría, solicitadas con ardor, porque son un medio de adelantamiento para los espíritus que aspiran a elevarse.

Cada encarnado tiene su misión es deberes que cumplir, para el bien con sus semejantes, desde el padre de familia a quien le incumbe  el cuidado de hacer progresar a sus hijos, hasta el hombre de genio que lanza en la sociedad nuevos elementos de progreso. En esas misiones secundarias  que normalmente se encuentran flaquezas, prevaricaciones, renuncias, pero no perjudican  sino al individuo y no al conjunto.

Todas las inteligencias  concurren a la obra general, en cualquier grado al que hayan llegado, y cada uno a la medida de sus fuerzas; unas en estado de encarnación otras en estado de Espíritu. Por todas partes hay actividad, desde la base hasta lo alto de la escala, todas instruyéndose, ayudándose entre si, prestándose un apoyo mutuo, extendiéndose la mano para alcanzar el grado supremo.

La felicidad radica en las propias cualidades del individuo y no al estado material del medio donde se encuentra. Los espíritus felices no tienen un lugar circunscrito en el Universo. En cualquier lugar que se encuentren, los Espíritus Puros pueden contemplar la majestad Divina  porque Dios está en todas partes.

La  felicidad no es personal, si se poseyese solo en si mismo, si no se la pudiese compartir  con los demás,  seria egoísta y triste, por eso, esta en la comunión de pensamientos que une a los seres simpáticos. Los espíritu felices, atraídos unos a otros por semejanza de ideas, de gustos, de sentimientos,  forman amplios  grupos o familias homogenicas, en el seno de las cuales  cada individualidad irradia sus propias cualidades y se penetra de los efluvios serenos y benéficos que emanan del conjunto, cuyos miembros se dispersan para ocuparse de sus misiones, o se reúnen  en un punto  cualquiera del espacio para dar a conocer  el resultado  de sus trabajos, o se juntan alrededor de un espíritu, de un orden más elevado para recibir sus conejos y sus instrucciones.

Aunque los espíritus estén por todas partes, los mundos son sedes donde ellos se reúnen, con preferencia en razón de la analogía que existen entre ellos  y aquellos que los habitan. Alrededor de los  mundos  avanzados fluyen los Espíritus superiores; alrededor de los mundos atrasados pululan los espíritus inferiores. La Tierra es uno de estos últimos. Cada globo, tiene, pues, de alguna forma, su propia población en espíritus  encarnados y desencarnados, que se alimenta, en su mayor parte por la encarnación y desencarnación de los mismos espíritus. Esa población es más estable en los mundos inferiores, donde los espíritus son más apegados a la materia, y más fluctuante  en los mundos superiores. De los mundos superiores, focos de luz y prosperidad, los espíritus pasan  hacia mundos inferiores, para sembrar allí los gérmenes del progreso, y llevar el consuelo y la esperanza, erguir ánimos abatidos por las pruebas de la vida y a veces se encarnan allí para cumplir su misión con mayor eficacia.

Llegamos a la conclusión que el cielo está por todas partes, nada lo cerca ni le sirve de limites; los mundos felices son las últimas estaciones de nuestro largo viaje que nos llevan a el; las virtudes franquean el camino; los vicios nos cierran el acceso.

¿Verdad que el Espiritismo engrandece las ideas y ensancha el pensamiento? La razón y la revelación de los espíritus y su concordancia  con el progreso y la ciencia abren una visión sensata sobre el cielo.

Dios no nos dijo al principio toda la verdad, porque no teníamos ojos para ver, ni oídos para escuchar, al igual que a los niños no se les enseña las cosas de los mayores porque no las entenderían, Dios al principio no podía hacerse comprender con toda la verdad, por nuestra ignorancia, a medida que hemos ido despertando ha ido descubriendo lo que por nuestro estado podemos comprender y si nos afanamos en progresar más y más mucho más nos será dado por añadidura.

Pues como el alumno que aprueba el curso, si no le dan el material del siguiente para estudiarlo, no podrid pasarlo, ascender en sus estudios, así necesitamos nosotros poco a poco escalar la cima cuyo fin es llegar a Dios y a la perfección, a ser espíritu puro.

quinta-feira, 20 de outubro de 2011

Cresce visitação de países de língua espanhola em "O Blog dos Espíritas"

Redação

De acordo com as estatísticas geradas pelo sistema do Blogger.com, "O Blog dos Espíritas" possui, além das milhares de visitas diárias de espíritas brasileiros, a leitura de espíritas de países de língua espanhola, a exemplo da Venezuela (no topo do ranking), México, Colômbia, Espanha e Argentina.

Agradecemos a visita desses irmãos no ideal espírita, o que faz com que nos esforcemos cada vez mais em divulgar corretamente a Doutrina Espírita. E não poderíamos nos furtar de agradecer à amiga Mercedes Cruz, pelas excelentes traduções de textos publicados em nosso blog para o espanhol, sem os quais não teríamos o grande número de visitas oriundas destes países.

Confiram as estatísticas do Blogger:




quarta-feira, 22 de dezembro de 2010

El Espiritismo Y La Universidad

"O Blog dos Espíritas" agradece a tradução efetuada e enviada ao nosso blog por Mercedes Cruz do artigo "O Espiritismo e a Universidade", de Dora Incontri, para o Espanhol.

Por Dora Incontri

Una cuestión vital para el espiritismo es su entrada en la universidad. Hay en Brasil un gran contingente de académicos espiritas en diversas áreas del conocimiento. Más hasta ahora, poquísimos asumieron el espiritismo como un discurso científico valido o se empeñaron en demostrar que Kardec fue un intelectual con contribuciones importantes para la filosofía, la ciencia, la religión y la pedagogía. Algunos llegan a declarar la inutilidad de tal intento, por ver la universidad refractaria o por atribuirle poca importancia, como escenario de debates. Muchos doctores tienen una vida universitaria burocrática y, si son espiritas, no ven ningún motivo para perturbar su carrera, defendiendo una idea marginalizada. Así, la cuestión es la siguiente: ¿Es preciso llevar el Espiritismo a la Universidad? ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Cómo? Para defender no solo la necesidad, más la urgencia de adentrarse en el mundo académico la propuesta espirita, hare antes un breve historial del papel de la universidad a través de los tiempo.

UN POCO DE HISTORIA

La Universidad es una de las bellas legados que la Baja Edad Media nos dejo. Los siglos XII yXIII, que vieron su inicio, fueron palco de los cambios sociales, culturales y políticos, que desembocarían en el Renacimiento. Por otra parte, el siglo XII es considerado como la primera etapa del movimiento que tomaría más tarde ese nombre. Más no se piense que la universidad era esa institución cálida y distante de hoy. El brillante historiador Jacques Le Goff, en la obra Los Intelectuales en la Edad Media, muestra cómo era la vida académica de entonces. En primer lugar, muchas universidades se fundaron a partir de las corporaciones de estudiantes o profesores. E incluso apoyadas por emperadores y papas ejercieron un papel de democratización y renovación del conocimiento. Fue en esa época, que se dio la trasmisión para el Occidente de los tesoros griegos, que fueron reconducidos a Europa, gracias a la exuberante cultura árabe (que, por cierto, tenía sus universidades) y a la cultura bizantina. Los embriones de la ciencia moderna comienzan ahí, con el desenvolvimiento de la matemática, de la medicina, de la vuelta del derecho romano… Y la razón también inicia su proceso de liberación de la fe dogmatica.

Desde el punto de vista social, la comunidad estudiantil representaba el elemento transformador, inquieto y hasta rebelde que lanzaba las simientes de un nuevo mundo. En el siglo XX, se vio semejante comportamiento hasta la década de los 60, antes de esa apatía acrítica que tomo cuenta de la juventud pos-moderna. El Goff describe como eran las aulas, por lo menos en la universidad de parís. Los profesores debatían públicamente con los alumnos y profesores rivales. Había polémicas abiertas y se podía proponer de improviso o para próximos encuentros cuestiones que el maestro habría de demostrar bajo rajadas de preguntas y contra argumentos. O sea, era preciso convencer al público participante. Escenas así pueden ser vistas en el filme En Nombre de Dios, que retrata la vida de Abelardo, de los primeros maestros de París. Sin embargo aunque las cuestiones entonces discutidas nos parezcan irrelevantes, porque en su mayoría de las veces eran sutilezas teológicas, no se puede negar que el proceso de la Escolástica medieval (en que pese a toda la influencia autoritaria de la Iglesia) fue una tentativa de racionalización de la fe. Abelardo, por ejemplo, uno de los grandes racionalistas de la época, que además rendía culto al Consolador, puede ser considerado precursor de Descartes y hasta de Kardec. Fue quien liberó la lógica de la teología, reafirmándola como ciencia autónoma.

En las universidades medievales, al contrario de lo que se pueda pensar, había la representación de varias corrientes y debates entre ellas. Más el ápice de tal pluralidad ideológica y cultural fue el periodo áureo de la España musulmana (siglos XI, XII, XIII) donde cristianos, judíos e islámicos tuvieron por primera y única vez en la historia un intercambio pacifico de ideas, desencadenando el progreso científico y cultural de Europa, a partir del siglo XII. También en esto, la universidad tuvo un papel preponderante, sobre todo la de Córdoba, fundada por los árabes. Además esta ciudad, vio uno de los mayores sabios islámicos, que ejerció influencia sobre la cultura cristiana, el médico y filósofo Averroes. Infelizmente, el fanatismo y la opresión hicieron el desfavor histórico de acabar con esa experiencia fantástica de pluralidad cultural, sumergiendo a Europa en las tinieblas de la Inquisición. Y justo en España, en donde esa democracia había sido practicada, hubo la mayor represión, con la expulsión definitiva de judíos y árabes en el siglo XV.

Después, vemos en el propio Renacimiento, el inicio de la ciencia moderna, los heraldos de la astronomía y las matemáticas, teniendo como escenario de sus estudios y docencias las universidades creadas en la Edad media: Galileo fue profesor de las Universidades de Pisa y Padua, Kepler estudio en la de Tübengen y dio clases en la de GRAZ (Austria) Isaac Newton fue profesor de Cambrigde. También la Reforma pasó por las universidades. Ya con los precursores: Juan Huss fue rector de la Universidad de Praga; John Wiclif estudió en Osford y fue rector de Fillighan. Después Luter, fue doctor y profesor. Comenius, que lanzó la pedagogía moderna bajo la inspiración de la Reforma, estuvo en la Universidad de Heidelberg. Más tarde, toda la filosofía alemana, que daría una guiñada en el pensamiento occidental, en los siglos XVIII y XIX, primero con la crítica de la razón, hecha por Kant, después con la dialéctica de Hegel, de quien nació la dialéctica marxista – y sus contemporáneos y sucesores -, todos estuvieron ligados a las universidades. No es preciso citar el papel que ellas tuvieron en el siglo XX, con su potencial de pesquisa y discusión de ideas, más allá de los movimientos estudiantiles, como el del 68, que cambiaron la faz de la juventud. Esos ejemplos son para mostrar que varias revoluciones conceptuales, científicas y sociales, propuestas en Occidente en el último milenio, han pasado por las universidades. Es claro que también observemos en esta institución – como en todas – el abuso del poder, las vanidades personales en detrimento de la verdad, el conservadorismo y la estagnación que impiden el progreso y el pluralismo. Más, a pesar de los percances que la imperfecta naturaleza humana siempre introduce en las mejores cosas, la universidad consiguió alcanzar sus mil años, como institución respetable y digna de ser mantenida, aunque se puedan proponer innumerables reformas para que se adapte al siglo XXI.

LA UNIVERSIDAD DE BRASIL

Uno de los hechos más chocantes de la historia de Brasil fue el atraso en términos de nuestra universidad. Todos los países de América (del Norte, Central y del Sur) tuvieron las suyas mucho antes. Harvard (EUA) y Córdoba (Argentina) fueron fundadas en el siglo XVII. La de México, más antigua, en el siglo XVI. Perú, Venezuela y Chile tienen universidades con por lo menos 150 o 200 años. La primera universidad brasileña (a USP) es de la década del 30 del siglo XX. o sea, esta institución milenaria no tiene ni un siglo en Brasil. Tal vez por eso estemos demorando tanto el pensar al mundo, de forma original, dando nuestra contribución filosófica y científica a la humanidad. Salvo raras cabezas que se destacan como estrellas solitarias, no creamos escuelas filosóficas, científicas o pedagógicas. Lo que la mayoría de los académicos brasileños hace es pensar según autores importados. Hay incluso un pánico generalizado y una prohibición implícita de pensar en si. Un ejemplo: alguien hace una tese en la Historia. Tendrá que optar por una corriente como la marxista o la historia nueva. No hay historiadores brasileños, con propuestas alternativas. En la filosofía, lo mismo. ¿Se pueden estudiar filósofos antiguos y contemporáneos, más donde están los filósofos brasileños? ¿Hay tomistas, marxistas, hegelianos, kantianos etc. en nuestra universidad, más donde hay alguien que haya hecho escuela?

Aun mismo que el objeto es el de Brasil, los métodos son importados, a punto de antropólogos, sociólogos y economistas brasileños (excepción hecha a algunos del quilate de Darcy Ribeiro o Sergio Buarque de Holanda) observaron fenómenos de nuestro país con un mirar europeo o americano, como si fuésemos exóticos para nosotros mismos. El Espiritismo, más también la Umbanda y el candomblé, entran en ese contexto, pues algunos estudios antropológicos y sociológicos al respecto asumen un discurso de distanciamiento, como si todo eso no hiciese parte de nuestra cultura. O sea, aquello que es representativo entre nosotros solo entra en la universidad como objeto casi folclórico, nunca como voz representativa de un segmento.

Un adepto del candomblé o del espiritismo hará una tesis sobre sus respectivos objetos, encuadrándolos en la cientificidad supuestamente libre, lo que significa decir, por ejemplo, que las deidades o los espíritus son categorías de lo imaginario. Eso apenas para mencionar las áreas humanas. En la exacta y médicos, la incapacidad para cambiar el discurso es mayor. En las humanas, hay por lo menos la pluralidad de posiciones ya establecidas allá fuera. En las otras, parece que no llegó aquí la discusión que, por lo menos en Europa, está abalando la forma positivista de hacer ciencia, ósea, el cuestionamiento pos-moderno, que destruyó la propia noción de la ciencia. Los alumnos de química, medicina o biología continúan estudiando sus disciplinas, como si ellas no tuviesen presupuestos filosóficos, sin cualquier reflexión ética o epistemológica… Ósea, se hace ciencia, sin discutirse el método científico.

EL PARADIGMA DEL ESPÍRITU

Si los académicos espiritas brasileños comprendieran de hecho lo que ven en el espiritismo, percibirían que el pensamiento espirita – asumido como una visión de mundo, un método de conocer y, por tanto, un nuevo paradigma – es justamente una posibilidad original de filosofar, de hacer historia o ciencia. Y esa originalidad puede ser una contribución espirita a la cultura brasileña y, al mismo tiempo, una contribución brasileña a la cultura internacional. Más ella precisa ser construida. Está implícita en Kardec, más lejos de estar aplicada (con todas sus articulaciones) en las variadas áreas del conocimiento. y esa construcción solo puede ser hecha en la universidad. En mi tesis de doctorado Pedagogía espirita, un proyecto brasileño y sus raíces histórico-filosóficas (USP, 2001), procure hacer esto. No significa jugar fuera de las conquistas de 2500 años de desenvolvimiento filosófico y científico. De hecho, el propio espiritismo – podrán alegar – es una doctrina importada de Francia, con antecedentes y acondicionamientos históricos. Más, encarando esa herencia como parte constitutiva de nuestra cultura (pues es eso que se torno) y buscando articular el pensamiento espirita en su coherencia, haremos lo que nos compete para que el espiritismo de su contribución al mundo.

Brasil es actualmente el único país que puede hacer eso, si abdicáramos de la colonización intelectual, pues fue en Europa y en los EUA que los estudios espiritas fueron silenciados. En la educación, hizo eso, mostrando que las raíces de la pedagogía espirita viene de Sócrates y Platón, pasando por Comenius, Rousseau y Pestalozzi, para desembocar en Rivail. Más apunte la contribución original brasileña, de Eurípides Barsanulfo, Herculano Pires, Analia Franco, Tomás Novelino, Ney Lobo, Vinicius, como ejemplos de una nueva pedagogía. Hay que hacerse lo mismo en otras áreas y algunos ya han intentado eso. Una buena señal es que hemos recibido emails de Brasil entero de jóvenes que ya hicieron o están en vías de hacer monografías y disertaciones sobre el espiritismo. Más es preciso un coraje moral, que a veces los académicos acomodados en sus cátedras no quieren asumir, pues se trata de desafiar el sistema, discutir ideas, condenadas por una cierta conspiración del silencio. Al coraje moral, se debe aliar la competencia, porque es preciso estar muy bien fundamentado para hacerse validar, o por lo menos respetar, algo fuera del sistema. Estar fuera del sistema se explica en países donde el espiritismo desapareció. ¿Más donde el creo raíces y tiene convicciones entre pesquisidores, porque mantenerlo apartado de la universidad, como si fuese sospechoso?

El momento es propicio y urgente para abrirnos camino. Propicio, porque podemos alegar que la representatividad social y cultural que el espiritismo adquirió en la sociedad brasileña le da el derecho de ser representado en la universidad, como un discurso científico, o al menos filosófico. Se no nos dejaran hacer eso, entonces se trata de patrulla miento ideológico, que debemos denunciar. Urgente, porque, en beneficio del propio espiritismo, hemos de comprenderlo y practicarlo como fermento cultural, para cambiar las estructuras del pensamiento humano y no apenas como una religión más que distribuye pases, sopa y agua fluidificada. Hemos de hacerlo como querría Kardec – ciencia, filosofía, ética racional, religiosidad universal, de forma competente y bien articulada – lo que es indispensable para enfrentarnos a la crítica de fuera, más imposible, si quedamos encerrado dentro de nosotros mismos.

Me espanta que espiritas intelectuales, que deberían comprender el espiritismo como un nuevo paradigma de conocimiento, lo adopten apenas como credo religioso. Son científicos en la universidad y espiritas en el centro espirita, como si frecuentasen más una iglesia, sin ninguna conexión con sus vidas de pensadores y investigadores. Apenas si venciéramos esa cobardía o ceguera, el espiritismo cumpliría su misión histórica, que no es la de hacer prosélitos, más si la de ofrecer una alternativa de visión del mundo respetable y reconocida, que se haga valer en ese espacio tan rico y antiguo como es la universidad, recuperándola como un lugar de debate plural para enfrentar los desafíos de este milenio.

Traducido por Mercedes Cruz

Fuente: http://universidade-espirita.blogspot.com/2008/11/o-espiritismo-e-universidade-por-dora.html