Mostrando postagens com marcador Revolução. Mostrar todas as postagens
Mostrando postagens com marcador Revolução. Mostrar todas as postagens

quinta-feira, 14 de julho de 2011

Implicaciones Revolucionarias En El Espiritismo

Por Randy*

Clique aqui para a versão em português.

Cuando se combate la visión religiosa sobre el Espiritismo se deja siempre la impresión de que se trata de una cuestión de preferencias personales o de lectura pre conceptuoso sobre la historia de las religiones.

Más, si se retira la expresión “pre conceptuosa” llegamos al núcleo de todo. La lectura histórica de las religiones es desastrosa. En todos los momentos de la humanidad la religión no hizo otra cosa que dividir, mitigar, humillar, aprisionar, reprimir, atrasar, retardar el avance de la humanidad.

Vale recordar que las religiones son creaciones humanas. Y absolutamente ninguno de los creadores de religiones eran espíritus puros, perfectos, superiores. No existen hombres superiores con autoridad bastante para afirmar que tal doctrina representa pensamiento de Dios sobre la Tierra. Ninguna religión, por tanto, absolutamente ninguna, posee autoridad divina. Y el agravante de ser creadas por seres imperfectos es que la imperfección no crea perfección.

La imperfección de las religiones tiene su foco principal cuando confrontadas con el espiritismo en su capacidad de colocar a los hombres unos contra los otros y de imponer condiciones de restricción de la capacidad critico-racional de sus seguidores. Peor aun cuando las religiones se inmiscuyen en la sociedad de forma de influencias en la cultura, en la convivencia social y en la política. Con ese aspecto, acaban influenciando en personas no seguidoras, causándoles constreñimientos o imponiendo resignación cívica. En Brasil toda cultura está volcada por la influencia católica, incluyendo la imposición de feriados religiosos por la idolatría de sus santos, al violar los derechos de los evangélicos, judíos, ateos, etc.

En todos los sistemas donde la religión prevaleció, prevaleció también el atraso social e intelectual. Consecuentemente, por una ley natural traída por la Codificación Espirita, donde hay atraso intelectual existe evidente atraso moral. Eso destruye la falacia de que las religiones contribuyeron para el orden moral de forma decisiva. Si, hubo momentos históricos donde la imposición de la disciplina religiosa evitó maleficios de orden moral por un lado, más impusieron otros igualmente dañinos por otro. Y todo eso porque el papel de las religiones nunca fue de comprender a las divinidades sin satisfacer los puntos de vista de quien se arrogaba al derecho de representarla en la Tierra.

El propio Jesús jamás creó una religión. Muy al contrario, se mantuvo en la religión de sus padres, siendo hasta coherente con sus enseñanzas de orden moral, más completamente apartado de la institución, al punto de hacerle severas críticas. Eso le valió persecución por los propios judíos.

No en tanto, es imposible hacer desaparecer la existencia de la religión en el pasado humano. Al contrario, la codificación vio en ella alguna importancia histórica. Más, la misma codificación no elige ninguna de las religiones. No establece a ninguna como racional o verdadera. Teje críticas también. Sin embargo, en la Ley de Adoración, comenzamos a entender realmente lo que viene a ser esa “religión” de que habla el Espiritismo. No se trata de una institución, de una estructura. La Ley de Adoración hace prevalecer la lógica del “pensamiento religioso”, de naturaleza esencialmente intima y personal. Eso no se niega y ni se puede negar. La codificación conceptua el pensamiento religioso o religiosidad en este paradigma un movimiento del individuo en la comprensión de las leyes divinas y de los mecanismos que son regidos por Dios. Punto y acabose. El espiritismo no es una religión y los espiritas pueden mantener un pensamiento religioso en su relación con Dios, en adoración absolutamente personal y reservada, salvando las excepciones colectivas para fines especiales. Eso no requiere estructura, ni institución.

Por otra parte, la codificación nos habla todo el tiempo de entendimiento intelectual y moral y practica evolucionaria. Más, ahora, ese mensaje cabe para toda la humanidad. Entonces, como repetimos siempre a lo largo de los tiempos, no hay como establecer el Espiritismo como una religión más, pues la visión histórica y cultural sobre las instituciones religiosas no agrega personas al contrario las separa, las estigmatiza. Bastan haber implicaciones de naturaleza religiosa en un discurso para uno u otro grupo repudiar de inmediato. Un “espiritismo religioso”, por ejemplo, sería repudiado en países islámicos o de influencia helénica, o eslava, u orientales.

Desligar al Espiritismo del concepto de religión tan falsamente impuesto por influencias roustainguistas y de autores idolatrados en Brasil pasa a ser una cuestión estratégica para la práctica del Bien. Si el espirita se siente confortable con las lecciones que aprende, debe, por deber de caridad para con el prójimo, propagar esas lecciones. Más, el terreno debe ser de neutralidad de las pasiones. Las religiones causan pasiones, o mismo consecuencias de ellas.

Un Espiritismo desalojado del concepto religioso será capaz de motivar mentes especulativas e investigativas en su dirección. Eso incrementaría el poder científico de la Doctrina espirita, trayéndole pruebas de verdad con impactos inexorables sobre la sociedad humana. En verdad, las pruebas de los axiomas espiritas revolucionarían todo el concepto que los hombres poseen de su propia existencia, trazando implicaciones notorias sobre las relaciones sociales, sobre la política y sobre la economía.

En la practica, podemos decir que si el mínimo axioma fuera comprobado, pasaría a ser de interés formal de gobiernos el fomento a la pesquisa. O no.. No se puede olvidar que cualquier principio revolucionario atiende a intereses antagónicos. Más, sabemos que el cambio, cuando es colocado de forma verosímil y evolutiva, es inevitable.

Podemos aludir al impacto cultural que revelaciones espiritas debidamente comprobadas traerían para todos las estructuras de la sociedad mundial. Es muy posible que podría entrar en conflicto con el pensamiento antiguo. Más, no es posible una confrontación prolongada con hechos comprobados y científicos. No fue posible a la Iglesia Católica impedir la realidad de la Tierra redonda, por ejemplo.

En verdad, el Espiritismo trae un inmenso poder que yace oculto por la inacción de los espiritas. Podemos hasta mismo imaginar que la influenciación católica sobre los espiritas no fue fruto de acaso y si un movimiento bien orquestado – y eficaz- de evitar esa revolución cultural, intelectual, moral sobre la humanidad. Es más una vez un sistema religioso institucional promoviendo el atraso, la estagnación.

Cuando espiritas son cómplices en eso queda preocupación. No por establecerse campos de conflictos, más si por la percepción de que la más poderosa arma para el avance rápido de la humanidad queda enterrada y oxidada por quien cedió a su mayor enemigo. Y una relectura del proceso histórico, gobiernos influenciados por religiones también no podrían interesarse por la correcta divulgación de la doctrina Espirita. Nadie quiere revoluciones cuando la situación se adecua a sus intereses. Quien promueve revoluciones es quien no se satisface con esa adaptación. Deberían ser los espiritas los que promovieran esa revolución, tal como los primeros cristianos. Apenas no precisamos repetir sus errores y caer en los apelos del poder religioso. Durante 300 años los cristianos fueron poderosos y revolucionarios, hasta el momento en que se vieron en ese poder. De ahí fue creada la Iglesia Católica y todo se derrumbo. El sistema revolucionario fue substituido por un sistema represor y anti- revolucionario.

La responsabilidad del espirita siempre fue mayor de lo que en superficie se permite entrever. Ninguna revolución sirve para el propio individuo. Ella se extiende obligatoriamente por todos los que está alrededor. Considerando los avances posibles con el espiritismo, no promover esa revolución es falta de caridad para con toda la humanidad.

El espiritismo es ciencia y filosofía. El espirita se debe atener a estos terrenos de neutralidad. Estudiar, investigar, buscar la verdad, repudiar los falsos escritos de falsos espíritas, disciplinarse en la metodología, traducir todo eso en su practica moral cotidiana en la medida de su entendimiento – eso es hacer la revolución espirita.

Revolución espirita es un acto de caridad mundial. No tiene fronteras. Ni aquellas que son de las propias limitaciones personales.

Randy es moderador de la comunidad “Yo soy Espirita – Espiritismo” del Orkut e idealizador del Núcleo Espirita de Filosofía y Ciencias Aplicada. NEFCA

Traducido al español por: M.C.R

segunda-feira, 4 de julho de 2011

As implicações revolucionárias do Espiritismo

Por Randy*

Quando se combate a visão religiosa sobre o Espiritismo deixa-se sempre a impressão de que trata-se de uma questão de preferências pessoais ou de leitura preconceituosa sobre a história das religiões.

Mas, retira-se a expressão "preconceituosa" e atingimos o âmago de tudo. A leitura histórica das religiões é desastrosa. Em todos os momentos da humanidade a religião nada mais fez do que dividir, mitigar, humilhar, aprisionar, reprimir, tolher, retardar o avanço da humanidade.

Vale lembrar que religiões são criações humanas. E absolutamente nenhum dos criadores de religiões eram espíritos puros, perfeitos, superiores. Não existem homens superiores com autoridade bastante para afirmarem que tal doutrina representa o pensamento de Deus sobre a Terra. Nenhuma religião, portanto, absolutamente nenhuma, possui autoridade divina. E o agravante de serem criadas por seres imperfeitos é que a imperfeição não cria perfeição.

A imperfeição das religiões tem seu foco principal quando confrontadas com o Espiritismo na sua capacidade de colocar homens uns contra os outros e de imporem condições de cerceamento da capacidade crítico-racional de seus seguidores. Piora quando as religiões se imiscuem na sociedade de forma a influenciar a cultura, a convivência social e a política. Com esse aspecto, acabam influenciando pessoas não-seguidoras, causando-lhes constrangimento ou impondo resignação cívica. Isso não é atributo apenas de países muçulmanos como se queira crer. No Brasil toda a cultura está voltada para a influência católica, incluindo a imposição de feriados religiosos para idolatria de seus santos, ao arrepio dos direitos dos evangélicos, judeus, ateus, etc.

Em todos os sistemas onde a religião prevaleceu, prevaleceu também o atraso social e intelectual. Consequentemente, por uma lei natural a nós trazida pela codificação espirita, onde há atraso intelectual existe evidente atraso moral. Isso destrói a falácia de que as religiões contribuíram para a ordem moral de forma decisiva. Sim, houve momentos históricos onde a imposição da disciplina religiosa evitou malefícios de ordem moral por um lado, mas impuseram outros igualmente danosos por outro. E tudo isso porque o papel das religiões nunca foi de compreender as divindades e sim satisfazer os pontos de vista de quem se arrogava ao direito de representá-las na Terra.

O próprio Jesus jamais criou uma religião. Muito ao contrário, manteve-se na religião de seus pais, sendo até coerente com seus ensinamentos de ordem moral, mas completamente afastado da instituição, ao ponto de tecer-lhe severas críticas. Isso lhe valeu a perseguição pelos próprios judeus.

No entanto, impossível é fazer desaparecer a existência da religião no passado humano. Ao contrário, a codificação enxergou nela alguma importância histórica. Mas, a mesma codificação não elege nenhuma das religiões. Não estabelece nenhuma como racional ou verdadeira. Tece críticas também. Porém, na Lei de Adoração, começamos a entender realmente o que vem a ser essa "religião" de que fala o Espiritismo. Não se trata de uma instituição, de uma estrutura. A Lei de Adoração faz prevalecer a lógica do "pensamento religioso", de natureza essencialmente intima e pessoal. Isso não se nega e nem se pode negar. A codificação conceitua o pensamento religioso ou religiosidade neste paradigma - um movimento do individuo na compreensão das leis divinas e dos mecanismos que são regidos por Deus. Ponto e acabou-se. O Espiritismo não é uma religião e os espíritas podem manter um pensamento religioso na sua relação com Deus, em adoração absolutamente pessoal e reservada, ressalvadas as exceções coletivas para fins especiais. Isso não requer estrutura, nem instituição.

De resto, a codificação nos fala o tempo todo em entendimento intelectual e moral e prática evolucionária. Mas, ora, essa mensagem cabe para toda a humanidade. Então, como repetimos sempre ao longo dos tempos, não há como se estabelecer o Espiritismo como mais uma religião, pois a visão histórica e cultural sobre as instituições religiosas não agrega pessoas - ao contrário, as separa, as estigmatiza. Bastam haverem implicações de natureza religiosa em um discurso para um outro grupo repudiar de imediato. Um "espiritismo religioso", por exemplo, seria repudiado em países islâmicos ou de influência helênica, ou eslava, ou orientais.

Desapegar o Espiritismo do conceito de religião tão falsamente imposto por influências roustanguistas e de autores idolatrados no Brasil passa a ser uma questão estratégica para a prática do Bem. Se o espírita se sente confortável com as lições que aprende, deve, por dever de caridade para com o próximo, propagar essas lições. Mas, o terreno deve ser da neutralidade das paixões. E religiões são causadoras de paixões, ou mesmo consequências delas.

Um Espiritismo desalojado do conceito religioso será capaz de motivar mentes especulativas e investigativas em sua direção. Isso incrementaria o poder científico da Doutrina Espírita, trazendo-lhe provas de verdade com impactos inexoráveis sobre a sociedade humana. Na verdade, as provas dos axiomas espíritas revolucionariam todo o conceito que os homens possuem de sua própria existência, trazendo implicações notórias sobre as relações sociais, sobre a politica e sobre a economia.

Na prática, podemos dizer que se o mínimo axioma for comprovado, passaria a ser de interesse formal de governos o fomento à pesquisa. Ou não... Não se pode esquecer que qualquer princípio revolucionário atinge interesses antagônicos. Mas, sabemos que a mudança, quando colocada de forma verossímil e evolutiva, é inevitável.

Podemos aludir ao impacto cultural que revelações espíritas devidamente comprovadas trariam para todas as estruturas da sociedade mundial. Muito possivelmente poderia haver confronto com o velho pensamento. Mas, não é possivel um confronto prolongado com fatos comprovados e científicos. Não foi possivel a Igreja Católica impedir a realidade da Terra redonda, por exemplo.

Na verdade, o Espiritismo traz um imenso poder que jaz oculto pela inação dos espíritas. Podemos até mesmo imaginar que a influenciação católica sobre os espiritas não foi fruto do acaso e sim um movimento bem orquestrado - e eficaz - de se evitar essa revolução cultural, intelectual, moral sobre a humanidade. É mais uma vez um sistema religioso institucional promovendo o atraso, a estagnação.

Quando espiritas são cúmplices nisso fica a preocupação. Não de estabelecerem-se campos de conflito, mas da percepção de que a mais poderosa arma para o avanço rápido da humanidade fica enterrada e enferrujada por quem cedeu ao seu maior inimigo. Sim, as religiões são as maiores interessadas em que o Espiritismo não se propague. E numa releitura do processo histórico, governos influenciados por religiões também não poderiam se interessar pela correta divulgação da Doutrina Espirita. Ninguém quer revoluções quando a situação se adequa aos seus interesses. Quem promove revoluções é quem não se satisfaz com essa adequação. Deveriam ser os espíritas a promoverem essa revolução, tal qual os primeiros cristãos. Apenas não precisamos repetir seus erros e cair nos apelos do poder religioso. Durante 300 anos os cristãos foram poderosos e revolucionários, até o momento em que se enxergou nisso poder. Daí foi criada a Igreja Católica e tudo ruiu. O sistema revolucionário foi substituído por um sistema repressor e contra-revolucionário.

A responsabilidade do espírita sempre foi maior do que a superfície permite entrever. Nenhuma revolução serve para o proprio individuo. Ela se estende obrigatoriamente por todos que estão em volta. Considerando os avanços possiveis com o Espiritismo, não promover essa revolução é falta de caridade para com toda a humanidade.

Espiritismo é ciência e filosofia. O Espírita deve se ater a estes terrenos de neutralidade. Estudar, investigar, instigar, questionar, refletir, buscar a verdade, repudiar os falsos escritos de falsos espíritas, disciplinar-se na metodologia, traduzir tudo isso na sua prática moral cotidiana na medida de seu entendimento - isso é fazer a revolução espírita.

Revolução espírita é ato de caridade mundial. Não tem fronteiras. Nem aquelas das próprias limitações pessoais.

Randy é moderador da comunidade "Eu sou Espírita - Espiritismo" do Orkut e idealizador do NEFCA - Núcleo Espírita de Filosofia e Ciências Aplicadas.