sexta-feira, 20 de maio de 2011

Los Cuatro Evangelios, de J.B. Roustaing

Por Gélio Lacerda da Silva

Clique aqui para a versão em português.

Nos `propusimos analizar partes de los libros de Jean Baptiste Roustaing titulado “Los cuatro Evangelios” , denominados también “Revelación de la Revelación” y “Espiritismo Cristiano”, editados por la Federación Espirita Brasileña y por ella adoptados para estudio, ininterrumpido, desde su fundación.

Anotar todos los conceptos anti doctrinarios de los cuatro gruesos volúmenes sería necesario escribir otros tantos libros.

A los títulos citados antes se suceden las palabras: “Seguidos de los mandamientos explicados en espíritu y verdad por los Evangelistas asistidos por los Apóstoles y Moisés”. Traducción de Guillon Ribeiro (ex - presidente de la FEB). Tenemos la 5 ª edición, 1971.

De inicio, una “Nota de la editora” enalteciendo las cualidades intelectuales del traductor Guillon Ribeiro que fue presidente de la Federación Espirita Brasileña durante 26 años consecutivos, desencarnado el 26 de Octubre de 1943.

En la hoja hay una “RECOMENDACION”:

“Para que el lector mejor pueda comprender y asimilar la enseñanza contenida en esta obra, es necesario que primeramente lea los siguientes obras de Allan Kardec:
“El Libro de los Espíritus”
“El Libro de los Mediums”
LA EDITORA.”

Se esclarece, desde ya, que Roustaing trasplantó para sus libros la terminología espirita de los libros de Kardec, motivo por el que la FEB hace esa recomendación. Tan solo, porque, con relación a la esencia de la doctrina espirita, Roustaing la modificó completamente, como más adelante se verá, introduciendo así el primer cisma en el Espiritismo.

En las páginas 9 a la 12, bajo el titulo “DOS PALABRAS”, el traductor se revela deslumbrado con la obra de Roustaing y se confiesa “Muy por debajo al encargo recibido”.

Aquí una pequeña muestra de "DOS PALABRAS", que ocupa cuatro páginas del libro:

“de ningún modo pretendemos realzar aquí, en dos palabras, el valor y la importancia verdaderamente extraordinaria de esta obra incomparable, única hasta hoy en el mundo, donde, día a día, a la medida que va siendo calmadamente estudiada y meditada, aumentará su grandiosidad y su profundidad. Para ello, tal vez no huiríamos de escribir, cuando no nos faltase la capacidad”.

Se nota la fascinación del traductor, juzgando escribir por lo menos un volumen, a titulo de prefacio a la obra de Roustaing, si no le faltase capacidad. Si realizase su intento, estaría apenas siguiendo el estilo prolijo de su maestro Roustaing, ya mencionado por Kardec, cuando este, en su crítica a “Los Cuatro evangelios” de Roustaing, afirmó que “la obra podría haber sido reducida a dos, o incluso a un solo volumen y habría ganado popularidad.” (Revista Espirita”. Edición, junio/1866)

Y acrecienta el traductor:

“En ella se encierra toda una revelación de verdades divinas que aun en ninguna otra ha sido dada a entrever al hombre. Ella nos pone ante los ojos, bañados en una claridad intensísima, que a veces aun nos ofusca los ojos tan poco acostumbrados a la luminosidad de las cosas espirituales, ese código de sabiduría que se ha de tornar el código único de los Hombres. Los Evangelios de Jesús. Suficientes para comprobar su valor inapreciable. "

El traductor, por cierto, conocía los libros de Kardec, más su fascinación por los libros de Roustaing da la medida exacta de lo poco o nada que para el representaba las enseñanzas de la Codificación Kardeciana. Ante “la claridad intensísima” de la obra roustainguistas, que le ofusco los ojos, vemos al traductor imitando a Pablo cuando, a la entrada de Damasco, quedó temporalmente ciego por la luminosidad de Jesús.

Concluyendo el resumen de las “Dos Palabras”:

“ Si, a pesar de esa asistencia y de esa misericordia, estamos muy por debajo del encargo recibido, como es nuestra convicción, que nos perdonen los que al leer esta traducción de la obra inmortal de los “Cuatro Evangelios explicados en espíritu y verdad”…”

Por cuestión de respeto, no diremos que la “verdad” roustanguista es una grosera mentira, más afirmamos, convencidos, y el lector constatará, que la verdad de Roustaing no es la verdad espirita.

Es curioso resaltar que, en los libros de Roustaing, el autor enaltece apasionadamente la obra. En el “Evangelio Según el Espiritismo”, de Allan Kardec, edición FEB, también traducido por Guillon Ribeiro, este no escribe siquiera una palabra sobre el libro. En lugar de eso, en la 77 edición, por ejemplo, se leen elogios de la Federación Espirita Brasileña a la traducción del traductor.

En su “Prefacio” en las paginas 57/67, Roustaing explica el porque de “Los Cuatro Evangelios”:

“Leí el Libro de los Espíritus. en las páginas de ese volumen encontré: una moral pura, una doctrina racional, de armonía con el espíritu y progreso de los tiempos modernos, consoladora para la razón humana; la explicación lógica y transcendente de la ley divina o natural, de las leyes de adoración, de trabajo, de reproducción, de destrucción, de sociedad, de progreso, de igualdad, de libertad, de justicia, de amor y caridad, de perfeccionamiento moral, de sufrimientos y gozos futuros.

“Enseguida, depare con explicaciones juiciosas acerca del alma en el estado de encarnación y en el de libertad; del fenómeno de la muerte, de la individualidad y de las condiciones de individualidad del alma después de la muerte; de lo que se llamó ángel y demonio; de los caminos y medios, de los agentes secretos u ostensivos de los que se sirve Dios para el funcionamiento, el desenvolvimiento, el progreso físico de los mundos; del progreso y desenvolvimiento físico, moral e intelectual de todas sus criaturas.

“Encontré una explicación racional de la pluralidad de los mundos; de la ley de renacimiento presidiendo, por el progreso incesante no solo de la materia como de la inteligencia, de la vida y de la armonía universal, en lo infinito y en la eternidad.

“Comprendí, más que nunca, ante la pluralidad de los mundos y de las humanidades, así como de sus jerarquías; de la pluralidad de las existencias y de la expectativa jerárquica, que los hombres, en nuestro planetas son de una inferioridad moral notoria; de una inferioridad intelectual acentuada relativamente a las leyes que están sujetos en la Tierra los diversos reinos de la Naturaleza y las leyes naturales a que obedecen los mundos y las humanidades superiores, por medio de las cuales aquellas leyes se conjugan en la unidad y en la solidaridad.
(- - -)

“Leí enseguida el Libro de los Mediums…, consulté la Historia,… Por ilustrar los libros de las dos revelaciones, el Antiguo y Nuevo Testamento…

"Mas, si por un lado la moral sublime de Cristo resplandeció mis ojos en toda su pureza, en todo su fulgor, como frotando de una fuente divina, por otro lado, todo permaneció oscuro, incomprensible e impenetrable a mi razón, en lo tocante a la revelación sobre el origen y la naturaleza espiritual de Jesús, sobre su posición espirita en relación a Dios y a nuestro planeta, sobre sus poderes y su autoridad.
“En cuanto a la revelación, sobre el origen, la naturaleza al mismo tiempo humana u extra-humana de Jesús, sobre el modo de cómo apareció en la Tierra, todo, como antes, se conservó igualmente oscuro, incomprensible e impenetrable a mi razón.

()

Como se ve, “Los Cuatro Evangelios” dieron dictados a Roustaing para atenderlo en sus dudas en cuanto al origen y naturaleza de Jesús. Los Espíritus mistificadores, con todo, fueron más allá de la expectativa de Roustaing; lo satisficieron con la teoría de un Jesús de naturaleza extra-humana, no engendrado por María, en fin, un agênere, resucitando la ideología docetista del cuerpo aparente de Jesús, surgida después de su muerte, que el apóstol Juan denunció de “Anticristo” (Juan, 1ª Ep. Univ., 4: 1ª3, y 2ª Ep., 1:7), y aun, en esos libros de Roustaing, la falange de espíritus embusteros contesta a varias enseñanzas espiritas contenidas en los libros de Allan Kardec.

Hay también, en el 1º volumen de “los Cuatro Evangelios” de Roustaing, una “Introducción” por el escrita, de la pág., 69 a la 126: son 58 páginas con repetidas referencias al “cuerpo fluídico” de Jesús o a su “naturaleza extra-humana”, y a la virginidad de María”, expresiones que se extienden, exhaustivamente a lo largo de los cuatro gruesos volúmenes.

El deslumbramiento de Roustaing por la tesis docetista “de que Jesús no vino en carne”, condenada por el apóstol Juan, es de tal monta que, mientras el Espiritismo dice “Fuera de la Caridad no hay Salvación”, Roustaing coloca como piedra angular de su doctrina “la naturaleza extra-humana de Jesús”. Si el espiritismo se preocupa con la esencia de las enseñanzas de Jesús, Roustaing se fascina con la teoría del Jesús de apenas “cuerpo fluídico”.

Retirado del libro “Concienciación Espirita”

Um comentário:

  1. Los libros espiritistas son fuentes de inspiración para la vida de nadie, pero siempre es importante saber cómo analizar el texto leído, por lo que las Obras Básicas son las mejores fuentes de la lectura para los principiantes en el espiritismo. Guillon traducciones son muy recomendables.

    ResponderExcluir