sábado, 19 de fevereiro de 2011

Kardec Y Darwin

Por José Reis Chaves*

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Kardec y Darwin fueron dos grandes científicos que vinieron al mundo en el arborecer del Siglo 19. El primero, un médico francés y alumno de Pestalozzi, fue Codificador del espiritismo el segundo era un naturalista y fisiólogo ingles. Kardec pesquisó la evolución de los Espíritus. Darwin la de los cuerpos biológicos.

Nosotros somos espíritus inmortales. Y el Nazareno dijo que nosotros debemos buscar la perfección de Dios. Nosotros somos hoy los espíritus de los hombres de entonces inclusive los de las cavernas. Y después de innumerables reencarnaciones, llegamos a la evolución y perfección en la que nos encontramos actualmente. ¡Si no hubiese evolución y las reencarnaciones que la posibilitan, seriamos forzados a pensar que Dios fue muy injusto con aquellos espíritus de otrora de los hombres de las cavernas, que solo habrían vivido más como bichos que como seres humanos propiamente dicho! La evolución es, pues, una ley natural tan real como lo es la de la Gravedad, y es hasta sagrada.

La Iglesia, como afirma el sabio francés padre Francisco Brune, cree en la vida después de la muerte, o la llamada vida eterna, más en la práctica a actuado como si ella no existiese, pues no la estudia, y es hasta contraria a su estudio. La misma cosa se puede decir de nuestros hermanos protestantes. Eso nos hace recordar de que el Maestro afirmo, al referirse a los sacerdotes judíos de su época: “No entran en el reino de los Cielos, y no dejan a otros entrar!”. Es necesario, pues, que los católicos y protestantes despierten también para el estudio del espíritu, y no solo del cuerpo. “La carne para nada aprovecha, lo que importa es el espíritu que da vida” (Juan 6,63).

Fue revolucionario el libro de Darwin: “Del Origen de las Especies” (1859), principalmente porque el entro en choque con las ideas de la interpretación literal de la Biblia, cuando la exégesis y hermenéutica aun eran muy elementales y tímidas. La Iglesia estaba pues, sin fuerza moral para enfrentar aquel poderoso materialismo efervescente, después de la Revolución Francesa, la que se agravaba más aun por el hecho de ella estar, justamente en aquella época, dejando la Inquisición. Fue cuando surgieron también los no menos revolucionarios libros científicos y espiritualistas de Kardec, entre ellos el “Libro de los Espíritus” (1857), los cuales dieron un verdadero “chega-para-lá” en las ideas materialistas y anti-religiosas de Darwin y de sus contemporáneos Marx y Comte. Por eso decimos con el escritor y pastor presbiterano de Rio de Janeiro, Noemias Marien”: “El mayor reformador del Cristianismo no es Lutero, más si Allan Kardec. “De Hecho, hasta Kardec, no se había hecho aun un estudio racional y científico de la Biblia.

Darwin fue unos de los grandes científicos de la evolución de la vida material, y Kardec lo fue de la evolución de la vida del espíritu en la materia y fuera de la materia!

*Autor del libro “La Cara Oculta de las Religiones” (Ed. Martin Claret)

Traducido por M. C. R.

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