sexta-feira, 9 de março de 2012

El Espiritu del Viento


Por Riviane Damásio

¿Quien nunca se vio envuelto  en dudas sobre situaciones que atacan a las experiencias espirituales? Sueños inusitados  con colores y tonos diferentes de los habituales  donde reencontramos personas especiales que ya hicieron el trayecto de vuelta  al mundo espiritual o aun mismo con personas desconocidas que intrigaron nuestra  imaginación… sueños históricos, donde Vivenciamos episodios inusitados  y detallados de otras realidades  que están fura de  la nuestra…

El inesperado viene  muchas veces en el momento de vigilia, aquel realce de la visión de algo que paso y parece haber dejado un rastro de luz, un olor agradable en el aire, la percepción  de frío a pesar de las ventanas están cerradas.

Encontrar aquella persona que no vemos hace años y sobre la cual hablamos el día anterior o acabamos de pensar, también salió de nuestra imaginación o de nuestra curiosidad.

Descifrar algo que no está catalogado en Google, ni tiene respaldo de ningún medio científico, siempre nos cataloga en la categoría  de mera credulidad supersticiosa y laicos.

Más, en esta balanza donde de un lado pende la materia y del otro el espíritu, usar el contrapeso de la razón es siempre prudente, aun mismo que esta racionalidad  nos empuje para caminos convencionales.

El primer deber de casa es el de derrumbar las paredes que construimos con ladrillos frágiles de la credulidad y substituir los aliciente que vengan al encuentro de nuestra inteligencia, que a pesar de ser limitada por la inmensidad de lo desconocido, sigue siendo el norte saludable de nuestra condición humana.

Sabemos que nuestra mente es poderosa, más no tenemos dones o súper poderes, podemos si, condensar  vivencias, deseos, conocimientos olvidados en nuestro inconsciente y todo esto puede ser revertido en sueños inusitados, editados por nuestra mente  tan creativa como la de aquel roble de Unidos de la Tijuca. Y tal o cual publico de una escuela de samba, nos sorprendemos con las creaciones formidables de este carnavalesco emocional llamado mente, que tantas veces convierte nuestros deseos o nuestros miedos  en fantasías, sueños, visiones tan reales que las dudas  en cuanto a su autenticidad o realidad serian un pecado (como si no hubiese pecados  y también no fuesen fruto de nuestras fantasías y temores)

¡Ahhh! Pero no todas las partes pueden ser acreditado en el cerebro! Inocente  tan a menudo cuando el verdadero culpable es el viento que trae olores familiares o inusuales. El viento, es culpable  corre rápido llevando consigo las pruebas del crimen, cargándolas como las trajo, silencioso y transparente.

¿Nuestra mente, el viento… y donde está  el fenómeno espiritual? ¿La Verdad del espiritismo? ¿Eso nos dice que el mundo espiritual está aquí a nuestro lado, como una dimensión que no vemos que no hizo todo en rojo, es decir, necesario para su percepción?La que nos informa que los hombres desencarnados se deslizan  a nuestro alrededor, cargados de sus pasiones carnales? ¿Aquella que vislumbra  que los espíritus  pueden susurrar  en nuestros oídos sus consejos y verdades conforme su grado de evolución?  ¿La que casi nos sorprende  cuando nos informa que ellos pueden hacerse visibles si es necesario, aun mismo que nuestros ojos no hayan sido preparados  para ver o nuestros oídos para oír, avanzando por las fronteras de nuestra ignorancia.

Frágil, insegura, subversible es la línea que separa lo real de lo imaginario. Si, porque no tenga duda de que el mundo espiritual es real  y que las orientaciones fundamentadas en la Doctrina Espirita  son autenticas y apoyadas en la fe razonada, fe esta que clama  a nuestra razón cada vez que dudamos, que oscilamos  en nuestras incertezas en la balanza donde oscila  la creencia ciega y la realidad, realidad no menos maravillosa y espectacular, pues nos permite experimentar el espectáculo de ser espíritus  encarnados, "Evolucionando", los responsables de nosotros mismos y nuestro futuro infinito.

Sopla por aquí un viento silencioso que trae el olor de la lluvia, mientras que el sol tórrido quema las telas en la pared… Una curiosa mirada se centra en la ventana y el fenómeno se manifiesta en el jardinero, en el  edificio de al lado, mojando el jardín. El verdadero espíritu del viento.  Y la fe sigue ardiendo en el interior, fortalecido por la verdad, siempre...

Tradução: Mercedes Cruz

0 comentários:

Postar um comentário